ARTRITIS |
La artritis en los perros es la inflamación de una o varias articulaciones de su cuerpo. Por lo general se acompaña de dolor y rigidez. En el perro, el trastorno articular más común es la artritis, afección evolutiva que está caracterizada por la degeneración del cartílago articular y la formación de osteofitos. El 20% de los perros mayores de un año padece trastornos articulares. Más del 95% de los casos se producen en perros de cinco años o más. La cojera es una causa frecuente de consulta al veterinario.
Tipos de artritis
En los perros, las formas principales de artritis son las siguientes:
- La osteoartritis (OA), también llamada enfermedad articular degenerativa (EAD). Es la más común de las tres.
- La artritis inmunomediada (poliartritis, artritis reumatoide)
- La artritis infecciosa (bacteriana, viral o fúngica)
La osteoartritis
También conocida como enfermedad degenerativa de las articulaciones, la osteoartritis es una enfermedad degenerativa crónica que afecta a una o más articulaciones en el cuerpo.
El cartílago existente dentro de las articulaciones actúa como una especie de amortiguador entre los huesos que las componen. Más suave y más flexible que el hueso, el cartílago amortigua los golpes durante el movimiento de las articulaciones y ayuda a proporcionar lubricación a las articulaciones. Cuando este cartílago se desgasta, los huesos comienzan a frotarse y rozarse uno contra otro. La fricción de hueso contra hueso provoca la destrucción de ambos huesos, la regeneración anormal del hueso, y la inflamación de los tejidos blandos que rodean la articulación. Todo esto conduce a un dolor crónico y rigidez en las articulaciones.
Las articulaciones más comúnmente afectadas son las caderas, las rodillas, los codos, los hombros, las muñecas y la columna vertebral. La osteoartritis es una enfermedad crónica y progresiva, es decir, una vez que comienza sólo irá a peor. No hay cura para la osteoartritis, pero hay muchos tratamientos disponibles que pueden retrasar la progresión de la enfermedad y disminuir el malestar que provoca.
El cartílago existente dentro de las articulaciones actúa como una especie de amortiguador entre los huesos que las componen. Más suave y más flexible que el hueso, el cartílago amortigua los golpes durante el movimiento de las articulaciones y ayuda a proporcionar lubricación a las articulaciones. Cuando este cartílago se desgasta, los huesos comienzan a frotarse y rozarse uno contra otro. La fricción de hueso contra hueso provoca la destrucción de ambos huesos, la regeneración anormal del hueso, y la inflamación de los tejidos blandos que rodean la articulación. Todo esto conduce a un dolor crónico y rigidez en las articulaciones.
Las articulaciones más comúnmente afectadas son las caderas, las rodillas, los codos, los hombros, las muñecas y la columna vertebral. La osteoartritis es una enfermedad crónica y progresiva, es decir, una vez que comienza sólo irá a peor. No hay cura para la osteoartritis, pero hay muchos tratamientos disponibles que pueden retrasar la progresión de la enfermedad y disminuir el malestar que provoca.
Causas de la osteoartritis
La enfermedad articular degenerativa es el resultado de la tensión a largo plazo sobre una articulación. Lo más común es que la osteoartritis se dé en perros de edad avanzada, ya que el desgaste natural de las articulaciones a lo largo de su vida es lo que provoca el desarrollo de la enfermedad.
Cuando la osteoartritis se produce en perros más pequeños, a menudo es provocada por otro factor. Un traumatismo o una lesión antigua podría haber causado un daño inicial en una articulación, dando lugar a cambios estructurales en ella. Además, el desarrollo anormal de una articulación, una deformidad articular congénita o una condición articular hereditaria (como la displasia de cadera) pueden comenzar el proceso de la enfermedad. Además, la obesidad pone exceso de tensión en las articulaciones, pudiendo causar un temprano inicio de la osteoartritis. Mantener a tu perro en un peso saludable es una de las mejores maneras de prevenir la artrosis, frenar su progresión y aliviar el dolor que causa.
Cuando la osteoartritis se produce en perros más pequeños, a menudo es provocada por otro factor. Un traumatismo o una lesión antigua podría haber causado un daño inicial en una articulación, dando lugar a cambios estructurales en ella. Además, el desarrollo anormal de una articulación, una deformidad articular congénita o una condición articular hereditaria (como la displasia de cadera) pueden comenzar el proceso de la enfermedad. Además, la obesidad pone exceso de tensión en las articulaciones, pudiendo causar un temprano inicio de la osteoartritis. Mantener a tu perro en un peso saludable es una de las mejores maneras de prevenir la artrosis, frenar su progresión y aliviar el dolor que causa.
Factores de riesgo
La enfermedad puede aparecer en cualquier perro, pero existen unos detonantes que implican un mayor riesgo de desarrollo de la misma:
- Edad: más de la mitad de los casos de artritis se dan en perros de entre ocho y trece años de edad.
- Tamaño: el 45% de los perros que padecen artritis son de razas grandes, más de la mitad de estos pertenecen a razas gigantes. El 28% son perros de tamaño medio. El 27% son pequeños.
- Obesidad: el sobrepeso es una de las mayores causas por las que aparece esta patología debido a que existe sobrecarga en las articulaciones.
- Traumatismo osteoarticular: la cirugía articular (la ligamentoplastia de la rodilla, por ejemplo) estimula la aparición de la artritis. A veces, también aparece si existe una actividad intensa en especial durante el crecimiento.
- Predisposición genética: Labrador Retriever, Pastor Alemán, etc.
Síntomas
Los síntomas de la artritis en los perros varían de leves a graves. De hecho, muchos propietarios no se dan cuenta de que sus perros tienen artritis hasta que se vuelve grave. Esto no significa que los perros no sientan un dolor de leve a moderado en las primeras etapas de la enfermedad, sólo que no lo muestran de la misma forma que podríamos hacerlo las personas. Recuerda que los perros tienden a ocultar su malestar como parte de su instinto de supervivencia. Es por esto que los exámenes veterinarios rutinarios son muy importantes, sobre todo cuando tu perro se va haciendo mayor. Un veterinario puede detectar signos sutiles de artritis durante un examen que de otro modo podrían pasar desapercibidos en casa por tu parte.
Los síntomas más comunes de la artritis en los perros on:
Ten en cuenta que algunos de estos síntomas también pueden ser señales de otros problemas de salud. Si notas estos u otros signos de enfermedad, asegúrate de contactar con tu veterinario.
Los síntomas más comunes de la artritis en los perros on:
- Cojera o forma de andar anormal
- Rigidez y entumecimiento, sobre todo después de despertarse
- Renuncia a subir escaleras, correr o saltar
- Dificultad para subir al coche o saltar sobre los muebles
- Dificultad para sentarse o ponerse de pie
- Disminución del interés por los paseos, los juegos o la participación en otros tipos de ejercicio que antes disfrutaban
- Alejamiento de los miembros de la familia
- Lamido del área alrededor de una articulación o articulaciones específicas
- Sensibilidad y dolor al tocar las articulaciones (en los casos graves, el perro puede gritar o incluso intentar morder)
- Cambios en el comportamiento y/o de actitud
- Intranquilidad y dificultad para ponerse cómodo
- Dormir más de lo normal
- Crujidos o chasquidos de la articulación cuando se mueve (llamado crepitación, esto es percibido generalmente en el examen veterinario)
Ten en cuenta que algunos de estos síntomas también pueden ser señales de otros problemas de salud. Si notas estos u otros signos de enfermedad, asegúrate de contactar con tu veterinario.
Diagnóstico
Tu veterinario puede diagnosticar artritis a tu perro utilizando una combinación de varias herramientas de diagnóstico. En primer lugar, se llevará a cabo un completo examen físico, durante el cual tu veterinario manipulará las articulaciones y comprobará su rigidez, hinchazón y crepitación (crujido/chasquido de las articulaciones cuando se mueven).
Para la confirmación del diagnóstico o con el objetivo de obtener más detalles, tu veterinario recomendará radiografías (rayos X). Esto le permitirá ver realmente las articulaciones afectadas, identificar cambios en los huesos y determinar la gravedad de la artritis.
Una vez realizado el diagnóstico, tu veterinario te comentará las opciones de tratamiento. También hay algunas cambios en la forma de vida de tu perro y en su entorno que puedes hacer para ayudarle. Si bien no existe una cura para la osteoartritis, hay afortunadamente muchas maneras de tratar y manejar la enfermedad y sus síntomas.
Para la confirmación del diagnóstico o con el objetivo de obtener más detalles, tu veterinario recomendará radiografías (rayos X). Esto le permitirá ver realmente las articulaciones afectadas, identificar cambios en los huesos y determinar la gravedad de la artritis.
Una vez realizado el diagnóstico, tu veterinario te comentará las opciones de tratamiento. También hay algunas cambios en la forma de vida de tu perro y en su entorno que puedes hacer para ayudarle. Si bien no existe una cura para la osteoartritis, hay afortunadamente muchas maneras de tratar y manejar la enfermedad y sus síntomas.
Enfoque tradicional del tratamiento
El mantenimiento de un peso corporal óptimo es de vital importancia para la prevención de las afecciones articulares y puede llevar a la desaparición de algunas cojeras. Durante el crecimiento, debería evitarse la sobrealimentación paraprevenir una posterior aparición de lesiones articulares.
El especialista te recomendará un programa de ejercicio regular moderado que ayudará a mantener la movilidad articular y a evitar la anquilosis articular en el perro. Es posible que si tu mascota sufre de artritis tengas que dedicarle un poco más de tu tiempo. Aumenta la duración de los paseos para que el can ejercite más sus músculos.
Además del ejercicio, el veterinario te recetará fármacos específicos: los agentes antiinflamatorios no esteroideos son los más utilizados en animales que padecen artritis. Resultan eficaces a la hora de reducir la inflamación y aliviar el dolorrápidamente. El uso de cualquier medicación tiene que ser prescrita por un veterinario.
El especialista te recomendará un programa de ejercicio regular moderado que ayudará a mantener la movilidad articular y a evitar la anquilosis articular en el perro. Es posible que si tu mascota sufre de artritis tengas que dedicarle un poco más de tu tiempo. Aumenta la duración de los paseos para que el can ejercite más sus músculos.
Además del ejercicio, el veterinario te recetará fármacos específicos: los agentes antiinflamatorios no esteroideos son los más utilizados en animales que padecen artritis. Resultan eficaces a la hora de reducir la inflamación y aliviar el dolorrápidamente. El uso de cualquier medicación tiene que ser prescrita por un veterinario.
Nuevo enfoque nutricional
Tanto en la medicina humana como en la veterinaria se utilizan una serie de suplementos dietéticos en el tratamiento de la artritis; entre ellos se encuentran el sulfato de condroitina, el cloruro de glucosamina, los antioxidantes y los ácidos grasos esenciales omega 3.
Diversas investigaciones señalan que las personas que consumen con regularidad el mejillón de Nueva Zelanda o de labio verde tienen una baja incidencia de trastornos articulares degenerativos e inflamatorios. Este marisco contiene glucosaminoglucanos (sulfato de condroitina), además de ácidos grasos omega 3 que poseen propiedades antiinflamatorias. El sulfato de condroitina es un componente de cartílago y líquido sinovial que contribuye a la lubricación de la articulación. Aunque el mecanismo de acción no se conoce bien, la fracción lípida del polvo de mejillón de Nueva Zelanda inhibe la síntesis de leucotrieno B4 y la producción de prostaglandina E2, que son dos mediadores importantes en el proceso inflamatorio.
El consumo humano del mejillón de Nueva Zelanda lleva instaurado en muchos países desde los años 70. Tradicionalmente, las poblaciones que consumen la carne de este alimento padecen menos de artritis que otras que no la consumen. Conocidas marcas de alimentos para perros han incorporado dietas en las que sólo se utiliza esta carne hidrolizadaza, incorporándola en forma de polvo fino.
Diversas investigaciones señalan que las personas que consumen con regularidad el mejillón de Nueva Zelanda o de labio verde tienen una baja incidencia de trastornos articulares degenerativos e inflamatorios. Este marisco contiene glucosaminoglucanos (sulfato de condroitina), además de ácidos grasos omega 3 que poseen propiedades antiinflamatorias. El sulfato de condroitina es un componente de cartílago y líquido sinovial que contribuye a la lubricación de la articulación. Aunque el mecanismo de acción no se conoce bien, la fracción lípida del polvo de mejillón de Nueva Zelanda inhibe la síntesis de leucotrieno B4 y la producción de prostaglandina E2, que son dos mediadores importantes en el proceso inflamatorio.
El consumo humano del mejillón de Nueva Zelanda lleva instaurado en muchos países desde los años 70. Tradicionalmente, las poblaciones que consumen la carne de este alimento padecen menos de artritis que otras que no la consumen. Conocidas marcas de alimentos para perros han incorporado dietas en las que sólo se utiliza esta carne hidrolizadaza, incorporándola en forma de polvo fino.
Resultados de los estudios clínicos
Se han realizado muchas investigaciones clínicas destinadas a valorar la eficacia de dicho mejillón. En el perro, se administra en forma de tentempié semiseco, en polvo o como ingrediente incorporado en el pienso. Los factores dietéticos pueden afectar a algunos procesos inflamatorios relacionados con la artritis, estimulando la reparación del cartílago y protegiendo las articulaciones del estrés oxidativo. Cuando es eficaz, se puede combinar la dieta con fármacos convencionales.
Los resultados demuestran la eficacia del mejillón de Nueva Zelanda en la reducción de los síntomas de la artritis canina. Las mediciones totales así como las del dolor articular y la inflamación fueron significativamente más bajas después de seis semanas de someterse a la dieta con mejillón de labio verde en su composición.
Los resultados demuestran la eficacia del mejillón de Nueva Zelanda en la reducción de los síntomas de la artritis canina. Las mediciones totales así como las del dolor articular y la inflamación fueron significativamente más bajas después de seis semanas de someterse a la dieta con mejillón de labio verde en su composición.