DOGO DE BURDEOS
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Aspecto: Perro musculoso, atlético e imponente. Tiene una cabeza ancha y llena de arrugas y un labio colgante que le cubre la mandíbula inferior. Tiene los ojos ovalados y separados y unas orejas pequeñas y caídas. La cola es gruesa en la base y le llega a la altura del corvejón. Su pelo es fino, corto y suave. Este perro puede ser unicolor caoba o de la gama de los leonados, pero siempre con una máscara bien marcada roja o negra.
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Carácter: Es un perro con mucha sangre fría que no se pone nervioso fácilmente. Su personalidad es equilibrada, tranquila y calmada. No es muy ruidoso, y es raro oírlo ladrar escandalosamente sin una razón suficiente. Es una raza encantadora, muy cálida y amistosa con las personas y los animales pequeños. Es muy bueno con los niños. Tiene mucha paciencia y tolerará los típicos juegos, que le tiren de la cola, y otras molestias que tienden a provocar los indisciplinados niños. Inteligente, dócil y generalmente no muestra inclinación hacia la pelea. Los machos tienden a ser más dominantes y, ocasionalmente, pelearán contra otros perros para establecer el dominio. Tiende a ser una raza muy tozuda y un poco arrogante, aunque muy adiestrable. Una vez que aprenda una orden, nunca la olvidará. Debido a su gran inteligencia, es necesario continuar más allá del adiestramiento básico de obediencia. Manténgale ocupado con tareas y trabajos en casa. Se sorprenderá de lo mucho que puede aprender y ayudarle en sus tareas diarias, y su mascota nunca se aburrirá.
Necesidades: Es muy importante que el perro obtenga una cantidad de ejercicio adecuada para que no sufra problemas de tendones y ligamentos. Se recomienda sacarlo a pasear dos veces al día mínimo. Es recomendable educarlo desde bien pequeño para convertirlo en un buen compañero.
Origen: Francia.
Historia: El Dogo de Burdeos es uno de los perros franceses más antiguo, probable descendiente de los Alanos, y en particular del Alano de "vautre", del cual Gastón PHEBUS (o FEBUS), Conde de Foix dijo en el siglo XIV en su "Libro de Caza", que "sostenía su mordedura más fuerte de lo que harían tres lebreles". La palabra "dogo" aparece a finales del siglo XIV.A mediados del siglo XIX, estos antiguos dogos eran renombrados sólo en Aquitania. Se le utilizaba para la caza mayor (el jabalí), en los combates (a menudo codificados), para cuidar las casas y el ganado al servicio de los carniceros. En 1863 tuvo lugar en París, en el Jardín de Aclimatación, la primera exposición canina francesa. Los dogos de Burdeos aparecían bajo su nombre actual. Han existido diferentes tipos: tipo tolosano, tipo parisino y tipo bordelés, que dio origen al dogo actual. La raza, que había sufrido mucho durante las dos guerras mundiales, hasta el punto de encontrarse en peligro de extinción, después de la guerra de 1939 a 1945 recobró su desarrollo en los años 60.