ENTRAR EN LA CASETA
O TRASPORTÍN
Una caseta proporciona una guarida para el perro, en la que instintivamente se siente a salvo. La caseta de tu perro es su espacio personal, unas mantas y una colcha la harán más calentita y cómoda. El enseñarle a estar tranquilo en una jaula o trasportín facilita el transporte del perro, ayuda a prevenir la ansiedad por separación y permite ofrecerle un sitio tranquilo y familiar cuando se viaja disminuyendo la ansiedad que aparece en los perros al llegar a sitios nuevos. |
PASO 1: Cuando la caseta sea nueva, deja que el perro se acerque por sí solo. Tira unas golosinas dentro para ayudar a que la explore más a fondo. Una vez se sienta a gusto, ya puedes introducir el comando "caseta" a la vez que tiras un trocito de comida, cada vez que el perro vaya a entrar. Premia y elogia cuando lo haga. Si se trata de un trasportín, deja la puerta abierta o sácala si puedes durante un tiempo hasta acostumbrar al animal.
PASO 2: Ahora que parece que cumple la orden, dale el comando "caseta" sin echarle el trocito de comida dentro. Si has echo las suficientes repeticiones y en la caseta se está a gustito, el perro debería entrar por sí solo. Debes premiar y reforzar con fuerza esa conducta, deben pasarle cosas buenas al entrar en ella. Recuerda premiar siempre mientras el perro esté dentro de la caseta, para marcar la posición deseada.
PASO 3: En las casetas esto ya no suele hacer falta, pero en el trasportín lo normal es que las primeras veces que se cierre la puerta el perro llore e intente salir, aunque ya duerma en él y lo vea como algo positivo. El procedimiento a seguir es dejarle salir cuando cese de llorar, nunca cuando gimotea. Si el perro no deja de llorar se puede hacer un ruido que llame su atención y cuando se calle brevemente abrir la puerta del trasportín.
PASO 4: El tiempo que permanece el perro dentro del trasportín con la puerta cerrada se debe aumentar muy poco a poco, empezando con unos pocos segundos abriendo la puerta siempre cuando el perro no llore y esté relajado. Además, también es recomendable ir alejando progresivamente la jaula de nuestro lado, hasta que pueda permanecer el perro dentro, tranquilo y fuera de nuestra vista.
PASO 2: Ahora que parece que cumple la orden, dale el comando "caseta" sin echarle el trocito de comida dentro. Si has echo las suficientes repeticiones y en la caseta se está a gustito, el perro debería entrar por sí solo. Debes premiar y reforzar con fuerza esa conducta, deben pasarle cosas buenas al entrar en ella. Recuerda premiar siempre mientras el perro esté dentro de la caseta, para marcar la posición deseada.
PASO 3: En las casetas esto ya no suele hacer falta, pero en el trasportín lo normal es que las primeras veces que se cierre la puerta el perro llore e intente salir, aunque ya duerma en él y lo vea como algo positivo. El procedimiento a seguir es dejarle salir cuando cese de llorar, nunca cuando gimotea. Si el perro no deja de llorar se puede hacer un ruido que llame su atención y cuando se calle brevemente abrir la puerta del trasportín.
PASO 4: El tiempo que permanece el perro dentro del trasportín con la puerta cerrada se debe aumentar muy poco a poco, empezando con unos pocos segundos abriendo la puerta siempre cuando el perro no llore y esté relajado. Además, también es recomendable ir alejando progresivamente la jaula de nuestro lado, hasta que pueda permanecer el perro dentro, tranquilo y fuera de nuestra vista.
Si muestra mucha resistencia a entrar, se puede colocar solo media jaula (en los tipos de trasportín que se pueden dividir en dos) a modo de cama. Cuando se haya acostumbrado a descansar en ella, se coloca la parte de arriba.
En cachorros un sistema ideal es agotarles físicamente antes de meterles dentro y que, por cansancio, se duerman enseguida. Es inadecuado meter al cachorro las primeras veces cuando está fresco y con ganas de actividad.
Hay que tener en cuenta algo MUY IMPORTANTE: un perro, y especialmente un cachorro, no debe permanecer más de 4 o 5 horas seguidas en una jaula y que el trasportín no debe ser usado para no atender las necesidades de ejercicio, contacto social y juego del perro.
En cachorros un sistema ideal es agotarles físicamente antes de meterles dentro y que, por cansancio, se duerman enseguida. Es inadecuado meter al cachorro las primeras veces cuando está fresco y con ganas de actividad.
Hay que tener en cuenta algo MUY IMPORTANTE: un perro, y especialmente un cachorro, no debe permanecer más de 4 o 5 horas seguidas en una jaula y que el trasportín no debe ser usado para no atender las necesidades de ejercicio, contacto social y juego del perro.