ESTRATEGIAS PARA ELIMINAR
MALOS HÁBITOS
Los malos hábitos son los principales problemas de comportamiento de los perros, y por eso es importante conocer las estrategias útiles para eliminar estos malos hábitos.
En el adiestramiento tradicional se emplean los castigos para eliminar malos hábitos del perro. Sin embargo, tanto los castigos positivos como los castigos negativos pueden llevar a que los malos hábitos sean reemplazados por otras conductas inapropiadas. Es por eso que los castigos no deben ser la primera opción para eliminar los malos hábitos de tu perro.
Las estrategias que tienes a disposición para eliminar los malos hábitos de tu perro son: modificar el ambiente, adiestramiento de conductas incompatibles, contracondicionamiento, desensibilización sistemática, extinción, perfeccionamiento de la conducta inapropiada, y proporcionarle a tu perro suficiente ejercicio y compañía.
En el adiestramiento tradicional se emplean los castigos para eliminar malos hábitos del perro. Sin embargo, tanto los castigos positivos como los castigos negativos pueden llevar a que los malos hábitos sean reemplazados por otras conductas inapropiadas. Es por eso que los castigos no deben ser la primera opción para eliminar los malos hábitos de tu perro.
Las estrategias que tienes a disposición para eliminar los malos hábitos de tu perro son: modificar el ambiente, adiestramiento de conductas incompatibles, contracondicionamiento, desensibilización sistemática, extinción, perfeccionamiento de la conducta inapropiada, y proporcionarle a tu perro suficiente ejercicio y compañía.
Modificar el ambiente
Esta es la forma más sencilla de eliminar un mal hábito de tu perro, pero no siempre estarás dispuesto a realizarla. No es una estrategia de adiestramiento canino, sino una estrategia de manejo del perro. Consiste en retirar los elementos ambientales que causan el mal comportamiento.
Por ejemplo, si tu perro ladra por las noches cuando duerme en el jardín, pero no lo hace cuando duerme dentro de tu casa, puedes permitirle dormir adentro. Con un simple cambio del ambiente habrás eliminado un hábito muy molesto.
Por supuesto, esta estrategia no es la mejor porque no le enseña nada a tu perro y no puedes cambiar todo en tu vida sólo para que tu perro no moleste. De hecho, es muy probable que no quieras cambiar nada, excepto la conducta de tu perro. Sin embargo, en muchos casos es necesario modificar temporalmente el ambiente, mientras le enseñas a tu perro a comportarse con educación.
Por ejemplo, puedes usar la correa para controlar a tu perro cada vez que llegan visitas, hasta que él aprenda a no saltar sobre las personas. Una vez que él aprende a saludar correctamente ya no necesitas usar la correa cuando tienes visitantes.
Así que antes de pensar en procedimientos complejos para eliminar un mal hábito de tu perro, piensa si no es mejor hacer algún cambio en el ambiente que elimine esos hábitos.
Por ejemplo, si tu perro ladra por las noches cuando duerme en el jardín, pero no lo hace cuando duerme dentro de tu casa, puedes permitirle dormir adentro. Con un simple cambio del ambiente habrás eliminado un hábito muy molesto.
Por supuesto, esta estrategia no es la mejor porque no le enseña nada a tu perro y no puedes cambiar todo en tu vida sólo para que tu perro no moleste. De hecho, es muy probable que no quieras cambiar nada, excepto la conducta de tu perro. Sin embargo, en muchos casos es necesario modificar temporalmente el ambiente, mientras le enseñas a tu perro a comportarse con educación.
Por ejemplo, puedes usar la correa para controlar a tu perro cada vez que llegan visitas, hasta que él aprenda a no saltar sobre las personas. Una vez que él aprende a saludar correctamente ya no necesitas usar la correa cuando tienes visitantes.
Así que antes de pensar en procedimientos complejos para eliminar un mal hábito de tu perro, piensa si no es mejor hacer algún cambio en el ambiente que elimine esos hábitos.
Conductas incompatibles
Consiste en entrenar a tu perro para ejecutar conductas que no puede hacer al mismo tiempo que la conducta inapropiada.
Por ejemplo, si tu perro salta sobre las personas puedes entrenarlo para que se siente cada vez que saluda a alguien. Como no puede sentarse y saltar al mismo tiempo, tendrá que elegir una de esas dos conductas. Si el adiestramiento para sentarse es sólido, la conducta incompatible será la que predomine y habrás eliminado el mal hábito de saltar.
La conducta de echarse es más útil para que tu perro deje de mendigar comida en la mesa, ya que cuando está echado no puede poner su pata sobre tu pierna.
Tu perro no puede perseguir a un gato si está acudiendo a tu llamada.
En general, cualquier ejercicio de obediencia o truco que le enseñes a tu perro puede ser utilizado como conducta incompatible. Simplemente tienes que identificar en qué situaciones te serán útiles.
Por ejemplo, si tu perro salta sobre las personas puedes entrenarlo para que se siente cada vez que saluda a alguien. Como no puede sentarse y saltar al mismo tiempo, tendrá que elegir una de esas dos conductas. Si el adiestramiento para sentarse es sólido, la conducta incompatible será la que predomine y habrás eliminado el mal hábito de saltar.
La conducta de echarse es más útil para que tu perro deje de mendigar comida en la mesa, ya que cuando está echado no puede poner su pata sobre tu pierna.
Tu perro no puede perseguir a un gato si está acudiendo a tu llamada.
En general, cualquier ejercicio de obediencia o truco que le enseñes a tu perro puede ser utilizado como conducta incompatible. Simplemente tienes que identificar en qué situaciones te serán útiles.
Contracondicionamiento
Es uno de los recursos más útiles y efectivos, que todo especialista en comportamiento canino debería tener en su repertorio de recursos. Se puede emplear tanto para miedos, agresividades, inseguridades... El concepto sobre el que se sustenta el contracondicionamiento es sencillo: se presenta al perro ante el sujeto o la situación que provoca la reacción que queremos modificar, pero entonces se presenta otro estímulo positivo (como puede ser la comida o un juguete). El resultado es que el perro establece una nueva asociación, en la que el estímulo que antes era negativo se convierte en predecesor de algo positivo.
Hay 3 claves para que el proceso de contracondicionamiento se produzca realmente (las 3 D's):
Por ejemplo, tenemos 2 perros buenos compañeros y uno de ellos le tiene miedo a los truenos. Decides usar el contracondicionamiento para quitarle ese miedo, así que el día que hay tormenta sacas un bol lleno de trocitos de salchicha y lo dejas frente a ti. Cada vez que suena el ruido de un trueno, echas 2 pedacitos de comida al suelo. El perro que no tiene miedo irá a comerse el suyo, y viendo que el otro animal no come a causa del miedo, también se comerá el de éste. Tras varias repeticiones, el animal miedoso no querrá que le sigan robando los trocitos de salchicha, y se contagiará de la tranquilidad del otro animal, así que se comerá el premio. Tras unas cuantas repeticiones más, tendremos a 2 animales deseosos de que suene un trueno para poderse comer otra salchicha.
Hay 3 claves para que el proceso de contracondicionamiento se produzca realmente (las 3 D's):
- Distracción: En el contracondicionamiento tiene que ser posible "distraer" al perro, para eso es imprescindible jugar con el umbral de reactividad, el perro debe ser consciente de la presencia del desencadenante, pero manteniendo la distancia suficiente para que el estímulo sea lo suficientemente interesante.
- Distancia: Mantener la distancia es importantísimo para poder avanzar en los siguientes pasos y poder aumentar la duración.
- Duración: Se debe ir aumentando la duración de las sesiones a medida que se progresa. i no hay progreso es que algo falla
Por ejemplo, tenemos 2 perros buenos compañeros y uno de ellos le tiene miedo a los truenos. Decides usar el contracondicionamiento para quitarle ese miedo, así que el día que hay tormenta sacas un bol lleno de trocitos de salchicha y lo dejas frente a ti. Cada vez que suena el ruido de un trueno, echas 2 pedacitos de comida al suelo. El perro que no tiene miedo irá a comerse el suyo, y viendo que el otro animal no come a causa del miedo, también se comerá el de éste. Tras varias repeticiones, el animal miedoso no querrá que le sigan robando los trocitos de salchicha, y se contagiará de la tranquilidad del otro animal, así que se comerá el premio. Tras unas cuantas repeticiones más, tendremos a 2 animales deseosos de que suene un trueno para poderse comer otra salchicha.
Desensibilización sistemática
Consiste en acostumbrar a tu perro gradualmente a ciertos estímulos ambientales que le provocan ansiedad. La desensibilización te servirá para introducir y aumentar algunas distracciones durante el adiestramiento de tu perro, y para transferir el adiestramiento a situaciones de la vida real. También te será de utilidad para que tu perro se acostumbre al sonido del clicker, si es que ese sonido lo asusta.
Para que la desensibilización funcione, se debe presentar el estímulo con una intensidad tan baja que no provoca reacciones incontrolables. Es decir, que la ansiedad debe ser tan baja que el individuo puede relajarse después de un tiempo corto de exposición al estímulo. Gradualmente se aumenta la intensidad del estímulo, siempre por debajo del umbral de respuesta incontrolable, hasta alcanzar la intensidad máxima.
Por ejemplo, quieres entrenar a tu perro para que sea cazador, pero él le tiene miedo a los disparos. Entonces, decides usar la desensibilización para eliminar ese miedo. Para eso, un amigo tuyo hace disparos con un arma de fogueo mientras juegas con tu perro a la distancia. Has tomado la precaución de estar muy alejado de tu amigo, tanto que tu perro ignora naturalmente los disparos. Al día siguiente repites el mismo procedimiento, pero tu amigo hace los disparos un poco más cerca. Como sólo se acercó un poco, tu perro sigue ignorando los disparos y se concentra en el juego. Poco a poco, y en varias sesiones, acortas la distancia entre los disparos y tu perro hasta que puedes jugar con tu mascota estando a pocos metros de tu amigo que dispara. Así, logras que tu perro considere a los disparos como algo inofensivo y sin importancia.
La desensibilización te servirá para eliminar gradualmente ansiedades, miedos, conductas nerviosas y reacciones exageradas de tu perro.
Algunas situaciones en que la desensibilización es útil en el adiestramiento canino son:
Los perros que pasan todo el día en el patio y no salen a pasear con frecuencia, suelen "volverse locos" cuando salen a la calle. Algunos se desesperan por ir a jugar con otros perros, otros actúan agresivamente y otros se aterrorizan de todo lo que ven. Todos estos perros reaccionan de manera exagerada porque no están habituados al ambiente que existe en las calles.
En el otro extremo del espectro, puedes encontrar a los perros que viven en las calles pero reciben comida de algunas personas. Estos perros generalmente son tranquilos, no muy juguetones y no se asustan de estímulos comunes (gente caminando, autos en la calle, etc.). Estos perros están habituados a los estímulos y situaciones comunes en las calles y, por tanto, ignoran esas situaciones. Por supuesto, también pueden reaccionar agresiva o temerosamente, pero esto depende de sus experiencias previas y sus reacciones no son exageradas.
Lo que se busca con la desensibilización es habituar gradualmente al perro a diferentes estímulos. Por tanto, la desensibilización te servirá para que tu perro ignore los estímulos y situaciones de la vida cotidiana que no implican peligro.
Para que la desensibilización funcione, se debe presentar el estímulo con una intensidad tan baja que no provoca reacciones incontrolables. Es decir, que la ansiedad debe ser tan baja que el individuo puede relajarse después de un tiempo corto de exposición al estímulo. Gradualmente se aumenta la intensidad del estímulo, siempre por debajo del umbral de respuesta incontrolable, hasta alcanzar la intensidad máxima.
Por ejemplo, quieres entrenar a tu perro para que sea cazador, pero él le tiene miedo a los disparos. Entonces, decides usar la desensibilización para eliminar ese miedo. Para eso, un amigo tuyo hace disparos con un arma de fogueo mientras juegas con tu perro a la distancia. Has tomado la precaución de estar muy alejado de tu amigo, tanto que tu perro ignora naturalmente los disparos. Al día siguiente repites el mismo procedimiento, pero tu amigo hace los disparos un poco más cerca. Como sólo se acercó un poco, tu perro sigue ignorando los disparos y se concentra en el juego. Poco a poco, y en varias sesiones, acortas la distancia entre los disparos y tu perro hasta que puedes jugar con tu mascota estando a pocos metros de tu amigo que dispara. Así, logras que tu perro considere a los disparos como algo inofensivo y sin importancia.
La desensibilización te servirá para eliminar gradualmente ansiedades, miedos, conductas nerviosas y reacciones exageradas de tu perro.
Algunas situaciones en que la desensibilización es útil en el adiestramiento canino son:
- Quitarle al perro el miedo a los truenos y relámpagos.
- Acostumbrar al perro de caza o al perro de trabajo a los disparos.
- Reducir la agresión por miedo.
- Enseñarle a un perro agresivo a tolerar a otros perros y/o a las personas.
- Acostumbrar al perro a no reaccionar cuando otros perros le ladran desde el otro lado de una reja o una puerta.
- Acostumbrar al perro a los bebés antes del nacimiento de un hijo.
Los perros que pasan todo el día en el patio y no salen a pasear con frecuencia, suelen "volverse locos" cuando salen a la calle. Algunos se desesperan por ir a jugar con otros perros, otros actúan agresivamente y otros se aterrorizan de todo lo que ven. Todos estos perros reaccionan de manera exagerada porque no están habituados al ambiente que existe en las calles.
En el otro extremo del espectro, puedes encontrar a los perros que viven en las calles pero reciben comida de algunas personas. Estos perros generalmente son tranquilos, no muy juguetones y no se asustan de estímulos comunes (gente caminando, autos en la calle, etc.). Estos perros están habituados a los estímulos y situaciones comunes en las calles y, por tanto, ignoran esas situaciones. Por supuesto, también pueden reaccionar agresiva o temerosamente, pero esto depende de sus experiencias previas y sus reacciones no son exageradas.
Lo que se busca con la desensibilización es habituar gradualmente al perro a diferentes estímulos. Por tanto, la desensibilización te servirá para que tu perro ignore los estímulos y situaciones de la vida cotidiana que no implican peligro.
Extinción
Consiste en dejar de reforzar conductas que antes eran reforzadas, hasta que éstas desaparecen. Recuerda que ignorar la conducta no siempre conduce a la extinción. Para que la extinción ocurra, la conducta debe dejar de ser reforzada.
Una de estas desventajas es que la extinción puede tomar mucho tiempo cuando se trata de conductas fuertemente arraigadas. Otra desventaja muy importante es que no puedes ignorar todas las conductas inapropiadas de tu perro. Además, este procedimiento no sirve para eliminar conductas que se refuerzan a sí mismas o redirigir conductas determinadas genéticamente (conductas instintivas).
Otro problema importante consiste en que las conductas que son reforzadas de forma aleatoria e intermitente, entran en el programa de reforzamiento de razón variable y son más resistentes a la extinción. Por tanto, si quieres extinguir una conducta de tu perro, tienes que ser muy constante con esto. Si permites que esa conducta sea reforzada ocasionalmente, sólo la estarás fortaleciendo.
Al aplicar la extinción, debes tener en cuenta que la conducta inadecuada puede empeorar por un tiempo antes de desaparecer. Esto ocurre por la frustración que siente el perro cuando algunas conductas que antes eran reforzadas ya no lo son. Sin embargo, después de este período crítico, las conductas no reforzadas suelen extinguirse.
Por ejemplo, tu perro te salta encima cada vez que llegas a tu casa. También le salta encima a cualquier visitante que llega. Lo que motiva a tu perro es la necesidad de atención, por lo que esa conducta es reforzada cada vez que acaricias a tu perro mientras él te salta encima y también cada vez que lo reprendes. Incluso puedes estar reforzando la conducta si golpeas a tu perro para apartarlo cuando te salta encima.
Decides extinguir esa conducta, por lo que le das la espalda a tu perro y lo ignoras cada vez que te salta encima. Al principio, la conducta empeora y tu perro no sólo te salta encima, sino que te muerde tratando de jugar. Sin embargo, con el paso del tiempo, deja de saltarte encima, ya que esa conducta no es reforzada en forma alguna.
Una de estas desventajas es que la extinción puede tomar mucho tiempo cuando se trata de conductas fuertemente arraigadas. Otra desventaja muy importante es que no puedes ignorar todas las conductas inapropiadas de tu perro. Además, este procedimiento no sirve para eliminar conductas que se refuerzan a sí mismas o redirigir conductas determinadas genéticamente (conductas instintivas).
Otro problema importante consiste en que las conductas que son reforzadas de forma aleatoria e intermitente, entran en el programa de reforzamiento de razón variable y son más resistentes a la extinción. Por tanto, si quieres extinguir una conducta de tu perro, tienes que ser muy constante con esto. Si permites que esa conducta sea reforzada ocasionalmente, sólo la estarás fortaleciendo.
Al aplicar la extinción, debes tener en cuenta que la conducta inadecuada puede empeorar por un tiempo antes de desaparecer. Esto ocurre por la frustración que siente el perro cuando algunas conductas que antes eran reforzadas ya no lo son. Sin embargo, después de este período crítico, las conductas no reforzadas suelen extinguirse.
Por ejemplo, tu perro te salta encima cada vez que llegas a tu casa. También le salta encima a cualquier visitante que llega. Lo que motiva a tu perro es la necesidad de atención, por lo que esa conducta es reforzada cada vez que acaricias a tu perro mientras él te salta encima y también cada vez que lo reprendes. Incluso puedes estar reforzando la conducta si golpeas a tu perro para apartarlo cuando te salta encima.
Decides extinguir esa conducta, por lo que le das la espalda a tu perro y lo ignoras cada vez que te salta encima. Al principio, la conducta empeora y tu perro no sólo te salta encima, sino que te muerde tratando de jugar. Sin embargo, con el paso del tiempo, deja de saltarte encima, ya que esa conducta no es reforzada en forma alguna.
Perfeccionamiento de la conducta
Esta estrategia implica entrenar la conducta inapropiada de tu perro para que la realice cuando se lo ordenas. Una vez que esa conducta ha pasado por todas las etapas del adiestramiento canino (aprendizaje, generalización, discriminación, confiabilidad y fluidez) se convertirá en un hábito de tu perro.
La buena noticia es que el hábito que se habrá establecido es que la conducta inapropiada se realice sólo cuando tú lo ordenas y no cuando a tu perro le da la gana. Entonces, bastará con que le des la orden solo en momentos en los que no te moleste la conducta.
Muchas veces resulta de utilidad ordenar que tu perro haga la conducta inapropiada después de haber realizado una conducta apropiada. Por ejemplo, a un perro hiperactivo se le puede ordenar que corra como loco después de haberle ordenado que se eche y se quede quieto por un rato. Esto ayuda a reforzar la conducta “buena” (echarse y quedarse quieto).
El perfeccionamiento de la conducta inapropiada es subestimado por muchos adiestradores, ya que parece una estrategia ilógica. Sin embargo, funciona muy bien cuando se lo aplica correctamente y puede solucionar algunos problemas que no pueden solucionarse con otros métodos.
Ten en cuenta que este método suele funcionar bien cuando es complementado con otros como la modificación temporal del ambiente o la extinción.
Por ejemplo, tu perro cava en el jardín cuando nadie lo está controlando. Sin embargo, no lo hace cuando hay gente con él. Decides perfeccionar la conducta de cavar para que deje de destrozar tu jardín cuando nadie lo controla. Delimitas un área donde puede cavar y le enseñas a cavar en esa área (pones la conducta bajo una orden). Además, tomas la precaución de evitar que tu perro se quede solo en el jardín hasta que la orden esté perfeccionada. Con el transcurso del tiempo, te das cuenta que tu perro ya no cava más, excepto si le das la orden.
Así logras detener (o al menos redirigir) la conducta de cavar de tu perro. Evitar que tu perro se quede solo en el jardín hasta que la conducta de cavar se ha perfeccionado es esencial para que funcione este método.
La buena noticia es que el hábito que se habrá establecido es que la conducta inapropiada se realice sólo cuando tú lo ordenas y no cuando a tu perro le da la gana. Entonces, bastará con que le des la orden solo en momentos en los que no te moleste la conducta.
Muchas veces resulta de utilidad ordenar que tu perro haga la conducta inapropiada después de haber realizado una conducta apropiada. Por ejemplo, a un perro hiperactivo se le puede ordenar que corra como loco después de haberle ordenado que se eche y se quede quieto por un rato. Esto ayuda a reforzar la conducta “buena” (echarse y quedarse quieto).
El perfeccionamiento de la conducta inapropiada es subestimado por muchos adiestradores, ya que parece una estrategia ilógica. Sin embargo, funciona muy bien cuando se lo aplica correctamente y puede solucionar algunos problemas que no pueden solucionarse con otros métodos.
Ten en cuenta que este método suele funcionar bien cuando es complementado con otros como la modificación temporal del ambiente o la extinción.
Por ejemplo, tu perro cava en el jardín cuando nadie lo está controlando. Sin embargo, no lo hace cuando hay gente con él. Decides perfeccionar la conducta de cavar para que deje de destrozar tu jardín cuando nadie lo controla. Delimitas un área donde puede cavar y le enseñas a cavar en esa área (pones la conducta bajo una orden). Además, tomas la precaución de evitar que tu perro se quede solo en el jardín hasta que la orden esté perfeccionada. Con el transcurso del tiempo, te das cuenta que tu perro ya no cava más, excepto si le das la orden.
Así logras detener (o al menos redirigir) la conducta de cavar de tu perro. Evitar que tu perro se quede solo en el jardín hasta que la conducta de cavar se ha perfeccionado es esencial para que funcione este método.
Ejercicio y compañía
Una frase clásica de la gente de perros es “un perro cansado es un perro bueno”. Si tu perro no recibe suficiente ejercicio físico y mental, nunca se comportará apropiadamente. Siempre tendrá energía excesiva que necesitará liberar en alguna forma.
Aunque ésta no es una estrategia de adiestramiento, es una estrategia imprescindible para convivir armoniosamente con cualquier perro. Asegúrate de darle a tu perro suficiente ejercicio y compañía, y verás que sus malas conductas se reducen casi de inmediato.
Muchas veces, los perros presentan problemas de conducta debido a que se aburren o les hace falta más ejercicio. En esos casos, aunque el adiestramiento puede ayudar, la única solución de largo plazo es modificar el ambiente. Basta con darles más ejercicio diario (quizás paseos más largos) y ofrecerles compañía por períodos más prolongados.
Aunque ésta no es una estrategia de adiestramiento, es una estrategia imprescindible para convivir armoniosamente con cualquier perro. Asegúrate de darle a tu perro suficiente ejercicio y compañía, y verás que sus malas conductas se reducen casi de inmediato.
Muchas veces, los perros presentan problemas de conducta debido a que se aburren o les hace falta más ejercicio. En esos casos, aunque el adiestramiento puede ayudar, la única solución de largo plazo es modificar el ambiente. Basta con darles más ejercicio diario (quizás paseos más largos) y ofrecerles compañía por períodos más prolongados.