GOS D'ATURA
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Aspecto: Tiene un cuerpo alargado, sólido y musculoso. Es ágil, robusto y sus extremidades son potentes. Las orejas son triangulares y están pegadas a la cabeza. La cola la lleva implantada baja y puede ser larga o corta, aunque hay algunos ejemplares que nacen sin ella. Tiene un pelo largo, rígido, áspero y ondulado. En la cabeza el pelo le forma una barba, bigote y tupé. Sus pelos son una mezcla de tonalidades.
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Carácter: Aun siendo un perro de trabajo, es un excelente perro de compañía. Es tranquilo, equilibrado, vivo e inteligente. Es muy dulce con la familia pero desconfiado con los extraños. Le encanta sentirse útil y no tendrá ningún problema en vigilar y guardar la casa. Aunque es muy obediente, muchas veces es capaz de tomar sus propias decisiones. Debido a que originariamente siempre ha vivido a la intemperie y tampoco ha recibido muchos cuidados de los pastores, se ha hecho un perro especialmente resistente a las enfermedades. La convivencia con los niños y demás integrantes de la familia será excepcional. Como la mayoría de los perros pastores, el gos d’atura es un perro muy inteligente, valiente, estable, vigilante y trabajador. Además, sus instintos de pastoreo son tan fuertes que suele dirigir al rebaño incluso sin ninguna guía por parte del pastor.
Necesidades: Necesita espacio, lo ideal sería sacarlo a diario y dejarlo correr a sus anchas participando también de sus juegos. En cuanto al pelo, es recomendable cepillarlo cada día para que tenga un buen aspecto.
Origen: Cataluña.
Historia: El origen de esta raza de perro pastor es la misma que la de los otros perros de pastoreo de las altas montañas europeas. Provienen de los perros asiático llegados a Europa con las invasiones de bárbaros orientales y desperdigados por Europa por los romanos. De esta forma tiene como parientes cercanos al Pastor de los Pirineos o al pastor de bergamasco. Así mismo, en yacimientos como los de Minferri se han encontrado restos de perros de medida y estructura parecidos ya en el neolítico hacia el 2000 a. C. Con todo, no es posible determinar cuando hace que hay exactamente el que ahora se entiende por pastor catalán ya que solo se tienen dibujos de doscientos años que testimonien su existencia. Dentro de la población heterogénea de perros que vivían en los mismos Pirineos se han podido seleccionar diversos perros que han dado lugar a estándares y razas diferentes como vienen a ser el pequeño pastor de los Pirineos, el mastín de los Pirineos, el perro pastor vasco o el mismo perro pastor catalán. Y dentro de este grupo aún ha sido posible seleccionar subgrupos aislados como son el perro pastor aranés, el perro pastor cerdano y el perro pastor catalán de pelo corto aunque no tienen ningún reconocimiento oficial.
En 1919 se reconoció como raza canina española. En 1929 se redactó el primer estándar a partir de dos perros, Tac e Iris, los dos ganadores de un concurso de perros. No obstante, todo esto no pudo frenar el debacle de la raza. Con la llegada del turismo a los Pirineos que es donde se ubicaban más ejemplares de la raza, también llegaron razas foráneas, y el perro pastor catalán se consideró un tipo de perro pequeño infravalorado de toda la vida frente los perros extranjeros que ya llevaban tantas décadas seleccionándolos y mejorándolos, de manera que se fue abandonando y mezclando con otras razas.
Durante la década de 1970, una organización llamada Laketània cogió dos perros que permanecían con un aspecto muy puro, uno de Solsona y el otro del Berguedà y los criaron selectivamente para recuperar la raza. Todos los perros de cría actuales llevan genes de estos dos ejemplares. En 1982 se creó el Club del Gos d’Atura Català, comenzaron a proliferar diversos criadores y en 1982 se redactó un nuevo estándar que es el que sigue en curso.
Actualmente el perro se ha podido extender mucho al comprobarse que no solo sirve para los rebaños sino también para hacer de animal de compañía y se contabilizan más de 4.000 ejemplares. Datos que son a la baja ya que no entren en el recuento los ejemplares que no son de cría especializada que aún hay en las masías ni las variedades de pelo corto y cerdano que se escapan de los cánones actuales fijados por el club para la raza. Por todo esto actualmente se considera que la raza ya esta fuera de peligro.
En 1919 se reconoció como raza canina española. En 1929 se redactó el primer estándar a partir de dos perros, Tac e Iris, los dos ganadores de un concurso de perros. No obstante, todo esto no pudo frenar el debacle de la raza. Con la llegada del turismo a los Pirineos que es donde se ubicaban más ejemplares de la raza, también llegaron razas foráneas, y el perro pastor catalán se consideró un tipo de perro pequeño infravalorado de toda la vida frente los perros extranjeros que ya llevaban tantas décadas seleccionándolos y mejorándolos, de manera que se fue abandonando y mezclando con otras razas.
Durante la década de 1970, una organización llamada Laketània cogió dos perros que permanecían con un aspecto muy puro, uno de Solsona y el otro del Berguedà y los criaron selectivamente para recuperar la raza. Todos los perros de cría actuales llevan genes de estos dos ejemplares. En 1982 se creó el Club del Gos d’Atura Català, comenzaron a proliferar diversos criadores y en 1982 se redactó un nuevo estándar que es el que sigue en curso.
Actualmente el perro se ha podido extender mucho al comprobarse que no solo sirve para los rebaños sino también para hacer de animal de compañía y se contabilizan más de 4.000 ejemplares. Datos que son a la baja ya que no entren en el recuento los ejemplares que no son de cría especializada que aún hay en las masías ni las variedades de pelo corto y cerdano que se escapan de los cánones actuales fijados por el club para la raza. Por todo esto actualmente se considera que la raza ya esta fuera de peligro.