Inseguridad canina
La inseguridad de un perro es uno de los problemas de comportamiento más comunes, sobretodo en perros rescatados de refugios o en aquellos en los que el dueño no haya habido establecer su liderazgo de forma clara y firme. Esta inseguridad puede estar motivada por diversos factores: traumas, genética o falta de socialización.
No importa cuál haya sido el motivo que ha generado esta inseguridad en nuestro animal, por norma general, si seguimos unas pautas de conducta y tenemos paciencia, conseguiremos reconducir el comportamiento de nuestro perro. |
Tratamiento
- Lo primero que debemos hacer, es demostrarle a nuestra mascota que somos los líderes del grupo con el que convive. De este modo, el animal se sentirá seguro y confiado porque podrá estar mucho más relajado. Para ello, es necesario demostrarle que si quiere una cosa tendrá que hacer algo a cambio y tendremos que enseñarle órdenes básicas que nos servirán para reforzar nuestra autoridad sobre él.
- No refuerces el comportamiento inseguro. No premies el miedo. No acaricies a un perro y le digas ” tranquilo,no pasa nada”. A pesar de lo que nos pueda parecer, el perro no entiende nuestras palabras y así estás consiguiendo el efecto contrario a lo deseado. Esto es percibido por el perro como elogios, y lo único que hace es que el perro sienta que tener miedo es bueno. Cuando el perro se muestra tímido o asustadizo, ignora esta conducta. No lo acaricies ni lo halagues. Mejor felicítalo cuando se comporte de forma segura y simpática.
- No debemos mimarle en exceso, pues conseguiremos fomentar su miedo. Debemos darle cariño y premiarle exclusivamente cuando se encuentre tranquilo y haga las cosas bien.
- El perro debe enfrentar sus miedos. Los propietarios a menudo piensan que como al perro le dan miedo o inseguridad algunas cosas es mejor dejar de ponerlo en las condiciones que lo provocan (si al perro le da miedo salir a la calle evitan salir; si el perro se muestra inseguro entre personas desconocidas evitan pasear por lugares públicos con mucha gente; si el perro tiene miedo a otros perros evitan ir al parque de perros, etc.) No debemos separarle de las situaciones que se lo generan, todo lo contrario, debemos conseguir que se enfrente a ellos para superarlos. Hemos de trabajar mucho la repetición, las cosas le resultarán familiares y finalmente las hará porque se siente confiado.
- Nunca es demasiado tarde para socializar. Comienza a socializar a tu perro. Sal a caminar con él al menos 2 veces al día. Llévalo a todos lados: a pasear, de compras, con los amigos, a la playa, a la montaña. Esta es una buena forma de salir de la casa, conocer nuevos lugares, nuevas personas, y así ir ganando confianza en sí mismo.
- Protege el espacio personal del perro. No permitas que los extraños lo atosiguen si ves que el animal se siente inseguro. No les permitas acariciar al perro sobre su cabeza o detrás de sus orejas. Es preferible que le pidas que si lo quieren acariciar, lo hagan en el cuello o el pecho, lo cual resulta mucho menos amenazante para el perro.
- Crea confianza con otras personas. Si tu perro le teme a la gente, pídele a alguna persona que se siente en el suelo dándole la espalda al perro, y que extienda su mano lentamente hacia el perro, con un premio de comida. Permite que el perro vaya a por la comida y repite una y otra vez. Gradualmente, la persona puede ir girándose lentamente de modo que quede mostrando su perfil al perro, hasta llegar, con el tiempo, a poder colocarse de frente al perro. Debe evitar el contacto ocular hasta que el perro deje de tener miedo de esta persona.
- Crea una distracción. La distracción puede ser cualquiera que le haga olvidarse del motivo de su inseguridad. Por ejemplo, al salir a pasear, cuando comiences a notar que tu perro comienza a asustarse ante algo (presta atención a sus ojos, a sus orejas que se pegan hacia atrás, su cola que se mete entre las piernas, su espalda que se arquea), dile “Corre!” y comienza a correr y luego a brincar y a felicitarlo, o dale algún premio de comida. Eventualmente él comenzará a asociar las salidas con algo mucho más divertido, y confiar más en ti y en si mismo.
- Debemos llamar siempre la atención de nuestro perro para que nos escuche antes de que entre en un estado de pánico. Nosotros somos los primeros que debemos estar tranquilos, eso lo percibirá el animal y podremos transmitírselo para que también él este relajado.
- La mente sigue al cuerpo. Controla el lenguaje del cuerpo de tu perro y no permitir una postura sumisa. Si el cuerpo muestra confianza, la mente hará lo mismo.
- Ejercicio y movimiento liberan el estrés y generan confianza. Integra ejercicio físicos y largos paseos en tu entrenamiento diario. Un perro que ha liberado todas sus energías físicas esta mucho mas relajado también mentalmente. Si a tu perro le gusta estar con otros perros (si no lo sabes, haz la prueba y averígualo), te sugiero que le encuentres un amigo con quien jugar al menos una vez a la semana, o más si es posible. Es muy importante para los perros el tener un compañero canino. Otro perro puede calmar el estrés mucho mejor que cualquier otra cosa.