LADRAR Y CALLAR
Una de las mejores maneras de enseñarle a un perro que deje de ladrar es que primero aprenda a hacerlo, de esta manera se le puede enseñar la orden para que no lo haga. Ser capaz de hacerlo cuando se le ordena también es un buen truco y una buena manera de ayudar a estimular el cerebro del carrocho. A esto se le llama poner una conducta bajo estímulo. |
La idea detrás de esta estrategia es perfeccionar la conducta inapropiada, de tal manera que solamente ocurra cuando tú das la orden. Sin embargo, eso sólo puede conseguirse en condiciones de adiestramiento muy controladas, poco frecuentes en la vida cotidiana, y en algunos casos especiales. Por tanto, es poco probable que tu perro deje de ladrar solamente gracias a esta estrategia de adiestramiento.
Sin embargo, sí lograrás tener control de los ladridos porque podrás pedirle a tu perro que se calle. Por tanto, enseñarle a tu perro a ladrar y callarse a la orden te puede servir cuando tu perro ladra en respuesta a un estímulo particular (por ejemplo cuando suena el timbre), si aprendió a ladrar para conseguir cosas (por ejemplo si ladra para que le des comida) y, en algunos casos, si ladra por mucho entusiasmo.
Por supuesto, esta estrategia no te servirá si tu perro ladra cuando se queda solo en casa, porque no podrás pedirle que se calle. Si necesitas que tu perro mantenga silencio cuando se queda solo, usa el manejo y enriquecimiento ambiental.
Sin embargo, sí lograrás tener control de los ladridos porque podrás pedirle a tu perro que se calle. Por tanto, enseñarle a tu perro a ladrar y callarse a la orden te puede servir cuando tu perro ladra en respuesta a un estímulo particular (por ejemplo cuando suena el timbre), si aprendió a ladrar para conseguir cosas (por ejemplo si ladra para que le des comida) y, en algunos casos, si ladra por mucho entusiasmo.
Por supuesto, esta estrategia no te servirá si tu perro ladra cuando se queda solo en casa, porque no podrás pedirle que se calle. Si necesitas que tu perro mantenga silencio cuando se queda solo, usa el manejo y enriquecimiento ambiental.
Ladrar a la orden:
PASO 1: Dado que tu perro es ladrador, ya conoces algunos estímulos o algunas situaciones que provocan sus ladridos. Haz que ocurra el estímulo que provoca los ladridos de tu perro. Para esto quizás necesites un ayudante. Por ejemplo, tu ayudante toca el timbre de la puerta, o golpea la puerta, o camina al otro lado de la puerta, etc. O, si tu perro ladra para conseguir cosas, muéstrale algo que le gusta (un pedazo de comida, etc.) y acércaselo pero sin permitirle tomarlo. Sea cual sea el estímulo que uses, haz ladrar a tu perro. Cuando tu perro ladre una o dos veces (no más), haz click y dale un pedacito de comida apetitosa. En el momento en que hagas click, el estímulo que provoca los ladridos debe desaparecer. Por ejemplo, si un ayudante golpea la puerta, debe dejar de hacerlo en el momento en que haces click.
PASO 2: Repite el procedimiento varias veces, hasta que tu perro empiece a ladrar con frecuencia después de tomar su pedacito de comida o jugar unos segundos con su juguete. En este punto estarás seguro que tu perro volverá a ladrar y ya puedes empezar a usar la orden "Ladra". Entonces, usa la orden "Ladra" justo antes que tu perro ladre. De ser posible, el estímulo que causa los ladridos debe empezar inmediatamente después que das la orden. Por ejemplo, tu amigo vuelve a golpear la puerta o tocar el timbre justo después que dices "Ladra". Por supuesto, el estímulo vuelve a cesar cuando haces click.
PASO 3: Gradualmente notarás que tu perro empieza a ladrar cuando le das la orden. Incluso antes que empiece el estímulo que originalmente provocaba los ladridos. Llegado a este punto, haz algunas pruebas sin que aparezca el estímulo original, sólo con la orden "Ladra". Cuando sientas absoluta confianza de que tu perro responderá a la orden, deja de usar por completo el otro estímulo.
PASO 1: Dado que tu perro es ladrador, ya conoces algunos estímulos o algunas situaciones que provocan sus ladridos. Haz que ocurra el estímulo que provoca los ladridos de tu perro. Para esto quizás necesites un ayudante. Por ejemplo, tu ayudante toca el timbre de la puerta, o golpea la puerta, o camina al otro lado de la puerta, etc. O, si tu perro ladra para conseguir cosas, muéstrale algo que le gusta (un pedazo de comida, etc.) y acércaselo pero sin permitirle tomarlo. Sea cual sea el estímulo que uses, haz ladrar a tu perro. Cuando tu perro ladre una o dos veces (no más), haz click y dale un pedacito de comida apetitosa. En el momento en que hagas click, el estímulo que provoca los ladridos debe desaparecer. Por ejemplo, si un ayudante golpea la puerta, debe dejar de hacerlo en el momento en que haces click.
PASO 2: Repite el procedimiento varias veces, hasta que tu perro empiece a ladrar con frecuencia después de tomar su pedacito de comida o jugar unos segundos con su juguete. En este punto estarás seguro que tu perro volverá a ladrar y ya puedes empezar a usar la orden "Ladra". Entonces, usa la orden "Ladra" justo antes que tu perro ladre. De ser posible, el estímulo que causa los ladridos debe empezar inmediatamente después que das la orden. Por ejemplo, tu amigo vuelve a golpear la puerta o tocar el timbre justo después que dices "Ladra". Por supuesto, el estímulo vuelve a cesar cuando haces click.
PASO 3: Gradualmente notarás que tu perro empieza a ladrar cuando le das la orden. Incluso antes que empiece el estímulo que originalmente provocaba los ladridos. Llegado a este punto, haz algunas pruebas sin que aparezca el estímulo original, sólo con la orden "Ladra". Cuando sientas absoluta confianza de que tu perro responderá a la orden, deja de usar por completo el otro estímulo.
Callar a la orden
Tu perro ya ladra a la orden y ahora debe aprender a callarse a la orden. Hasta ahora se callaba cuando escuchaba el click del clicker o cuando recibía el pedacito de comida.
PASO 1: Haz unas tres repeticiones de la orden "Ladra", haciendo click después de uno o dos ladridos y dándole a tu perro el pedacito de comida, para refrescar su memoria. A partir de la siguiente repetición, haz alguna señal notoria para tu perro justo antes del click. Por ejemplo, puedes poner tu mano con la palma abierta frente a su cara, como si quisieras detenerlo (sin tocarlo). O puedes hacer el sonido de un beso, o un "SHH" corto, inmediatamente antes de hacer click. Algunos perros se callan cuando haces alguna de esas señales, porque los toman de sorpresa. Otros siguen ladrando. No importa. Lo importante es que el click venga inmediatamente después de la señal que haces. Eso sí, siempre debe ser la misma, no cambies de señal. Como le das la comida justo después del click, la señal que haces antes del click empieza a adquirir propiedades de reforzador condicionado, aunque más débil, y al mismo tiempo adquiere propiedades de orden para callarse.
PASO 2: Poco a poco notarás que tu perro se calla y espera el pedacito de comida cuando haces la señal. Cuando logres eso ya puedes introducir la orden formal. La señal que has estado usando no será una buena orden formal porque empezaste a usarla cuando tu perro todavía no comprendía la conducta que le estabas enseñando. Por eso es recomendable cambiarla por otra señal que sea más efectiva. Para introducir la orden formal, di "silencio" o "basta" u otra orden que te parezca adecuada, justo antes de usar la señal con la que callas a tu perro. Di la orden con voz tranquila y sin gritar. Entonces, espera a que tu perro se calle y recién en ese momento haz click y dale el pedacito de comida. En este punto ya no estás usando el click para callar a tu perro, sino una orden formal. Si tu perro no se calla después de la orden, no haces click ni le das la comida. Y si permanece ladrando, termina la sesión e ignora a tu perro hasta que se calle.
PASO 3: Aumenta la duración gradualmente con el método de los 300 picotazos. Es decir que en la primera repetición esperas que tu perro se mantenga callado por un segundo o menos, antes de hacer click y darle el pedacito de comida. En la siguiente repetición (de la misma sesión) esperas hasta dos segundos. En la siguiente esperas tres. Y así vas aumentando sucesivamente el tiempo, hasta que consigas que tu perro se quede callado por lo menos por un minuto. Es muy probable que necesites dividir este paso en varias sesiones y en varios días para alcanzar un minuto o más de silencio.
PASO 4: Repite el procedimiento anterior, pero asegúrate de hacerlo en diferentes lugares y con diferentes distracciones. Empieza en lugares familiares para tu perro y en los que existan pocas distracciones. Por ejemplo, en el patio trasero, en un parque con poco tránsito de personas y perros, en un parque en horarios de poco movimiento, etc. Poco a poco y en varias sesiones, aumenta las distracciones en esos mismos lugares, utilizando para ello juguetes que se mueven independientemente, ayudantes que hacen movimientos y ruidos raros, grabaciones de sonidos poco comunes, amigos que pasean a sus perros en las cercanías, etc. Cuando tu perro responda a la perfección frente a distracciones, empieza a practicar en la calle y en situaciones normales de la vida cotidiana. A partir de ese momento empieza a usar la orden de liberación y el principio de Premack en lugar del clicker y la comida. Por ejemplo, haz que tu perro ladre un par de veces y se calle antes de abrir la puerta para salir, antes de darle comida, antes de soltarlo en el parque para que juegue con sus amigos (sólo si es que está bien entrenado en obediencia canina), etc.
Tu perro ya ladra a la orden y ahora debe aprender a callarse a la orden. Hasta ahora se callaba cuando escuchaba el click del clicker o cuando recibía el pedacito de comida.
PASO 1: Haz unas tres repeticiones de la orden "Ladra", haciendo click después de uno o dos ladridos y dándole a tu perro el pedacito de comida, para refrescar su memoria. A partir de la siguiente repetición, haz alguna señal notoria para tu perro justo antes del click. Por ejemplo, puedes poner tu mano con la palma abierta frente a su cara, como si quisieras detenerlo (sin tocarlo). O puedes hacer el sonido de un beso, o un "SHH" corto, inmediatamente antes de hacer click. Algunos perros se callan cuando haces alguna de esas señales, porque los toman de sorpresa. Otros siguen ladrando. No importa. Lo importante es que el click venga inmediatamente después de la señal que haces. Eso sí, siempre debe ser la misma, no cambies de señal. Como le das la comida justo después del click, la señal que haces antes del click empieza a adquirir propiedades de reforzador condicionado, aunque más débil, y al mismo tiempo adquiere propiedades de orden para callarse.
PASO 2: Poco a poco notarás que tu perro se calla y espera el pedacito de comida cuando haces la señal. Cuando logres eso ya puedes introducir la orden formal. La señal que has estado usando no será una buena orden formal porque empezaste a usarla cuando tu perro todavía no comprendía la conducta que le estabas enseñando. Por eso es recomendable cambiarla por otra señal que sea más efectiva. Para introducir la orden formal, di "silencio" o "basta" u otra orden que te parezca adecuada, justo antes de usar la señal con la que callas a tu perro. Di la orden con voz tranquila y sin gritar. Entonces, espera a que tu perro se calle y recién en ese momento haz click y dale el pedacito de comida. En este punto ya no estás usando el click para callar a tu perro, sino una orden formal. Si tu perro no se calla después de la orden, no haces click ni le das la comida. Y si permanece ladrando, termina la sesión e ignora a tu perro hasta que se calle.
PASO 3: Aumenta la duración gradualmente con el método de los 300 picotazos. Es decir que en la primera repetición esperas que tu perro se mantenga callado por un segundo o menos, antes de hacer click y darle el pedacito de comida. En la siguiente repetición (de la misma sesión) esperas hasta dos segundos. En la siguiente esperas tres. Y así vas aumentando sucesivamente el tiempo, hasta que consigas que tu perro se quede callado por lo menos por un minuto. Es muy probable que necesites dividir este paso en varias sesiones y en varios días para alcanzar un minuto o más de silencio.
PASO 4: Repite el procedimiento anterior, pero asegúrate de hacerlo en diferentes lugares y con diferentes distracciones. Empieza en lugares familiares para tu perro y en los que existan pocas distracciones. Por ejemplo, en el patio trasero, en un parque con poco tránsito de personas y perros, en un parque en horarios de poco movimiento, etc. Poco a poco y en varias sesiones, aumenta las distracciones en esos mismos lugares, utilizando para ello juguetes que se mueven independientemente, ayudantes que hacen movimientos y ruidos raros, grabaciones de sonidos poco comunes, amigos que pasean a sus perros en las cercanías, etc. Cuando tu perro responda a la perfección frente a distracciones, empieza a practicar en la calle y en situaciones normales de la vida cotidiana. A partir de ese momento empieza a usar la orden de liberación y el principio de Premack en lugar del clicker y la comida. Por ejemplo, haz que tu perro ladre un par de veces y se calle antes de abrir la puerta para salir, antes de darle comida, antes de soltarlo en el parque para que juegue con sus amigos (sólo si es que está bien entrenado en obediencia canina), etc.