LEISHMANIOSIS
La Leishmaniosis canina conocida vulgarmente como “la enfermedad del mosquito” es producida por un protozoo llamado Leishmania que es transmitido por un mosquito llamado Phlebotumus. Esta enfermedad está muy extendida en nuestro país.
El perro contrae la enfermedad cuando es picado por un mosquito infectado. Nunca por contacto directo con animales enfermos. Tampoco se contagia a las personas por esta vía. Las personas y muchas especies de mamíferos domésticos y salvajes pueden sufrir Leishmaniosis. Pero a diferencia de todas éstas, la especie canina tiene una particular susceptibilidad a las Leishmanias, ya que su sistema inmunitario no es capaz de actuar con eficacia contra el parásito.
En el área mediterránea la Leishmaniosis humana tiene una baja incidencia y normalmente la sufren persones que tienen su función inmunitaria disminuida. Se dan casos aislados de esta enfermedad en personas inmunodeprimidas, ancianos o niños pequeños con mal funcionamiento de su sistema inmunitario. También se ha dado algún caso en gatos. La mayoría de los contagios se producen en los meses de verano, que es cuando más pican estos mosquitos, y sobretodo al amanecer y al anochecer.
El perro contrae la enfermedad cuando es picado por un mosquito infectado. Nunca por contacto directo con animales enfermos. Tampoco se contagia a las personas por esta vía. Las personas y muchas especies de mamíferos domésticos y salvajes pueden sufrir Leishmaniosis. Pero a diferencia de todas éstas, la especie canina tiene una particular susceptibilidad a las Leishmanias, ya que su sistema inmunitario no es capaz de actuar con eficacia contra el parásito.
En el área mediterránea la Leishmaniosis humana tiene una baja incidencia y normalmente la sufren persones que tienen su función inmunitaria disminuida. Se dan casos aislados de esta enfermedad en personas inmunodeprimidas, ancianos o niños pequeños con mal funcionamiento de su sistema inmunitario. También se ha dado algún caso en gatos. La mayoría de los contagios se producen en los meses de verano, que es cuando más pican estos mosquitos, y sobretodo al amanecer y al anochecer.
Zonas más afectadas
En España las regiones más afectadas son las de Aragón, Cataluña, Madrid, Baleares, Levante, Murcia, Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura, Castilla y León. Se observa en otras regiones pero con menos intensidad.
En otros lugares geográficos, la leishmaniosis canina aparece principalmente en muchos países de América Latina y en todos los países de la región mediterránea, incluyendo Portugal, Francia, Italia, Malta, Grecia, Turquía, Israel, Egipto, Libia, Túnez, Argelia y Marruecos, además de España.
En otros lugares geográficos, la leishmaniosis canina aparece principalmente en muchos países de América Latina y en todos los países de la región mediterránea, incluyendo Portugal, Francia, Italia, Malta, Grecia, Turquía, Israel, Egipto, Libia, Túnez, Argelia y Marruecos, además de España.
Transmisión
La enfermedad se transmite a través de un mosquito (flebotomo). De ahí que, si hay mosquitos, hay riesgo de contagio. La temporada de peligro comienza con el calor, normalmente en mayo y finaliza en septiembre u octubre si se prolonga el verano. Durante el invierno los mosquitos permanecen en estado de larvas cuaternarias y son inofensivas. En las zonas más cálidas de España encontramos mosquitos prácticamente todo el año y por consecuencia el peligro existe todo el año.
El período de incubación puede variar entre 3 meses y 18 meses. De forma excepcional, la enfermedad puede permanecer en latencia durante varios años, dependiendo de cómo se encuentre el sistema inmunitario del animal. Algunos perros son resistentes y, aunque reciban picaduras de los flebotomos, nunca mostrarán síntomas de la enfermedad siempre y cuando estén correctamente alimentados y no estén sometidos a estrés. Esta resistencia, probablemente, está determinada genéticamente.
El período de incubación puede variar entre 3 meses y 18 meses. De forma excepcional, la enfermedad puede permanecer en latencia durante varios años, dependiendo de cómo se encuentre el sistema inmunitario del animal. Algunos perros son resistentes y, aunque reciban picaduras de los flebotomos, nunca mostrarán síntomas de la enfermedad siempre y cuando estén correctamente alimentados y no estén sometidos a estrés. Esta resistencia, probablemente, está determinada genéticamente.
Síntomas
El primer síntoma clínico más habitual es la pérdida de pelo, sobre todo alrededor de los ojos, orejas y la nariz. Según la enfermedad va avanzando, el perro pierde peso aunque no pierde el apetito. Son habituales las heridas en la piel, especialmente en la cabeza y en las patas, en las áreas donde el perro está en contacto con el suelo al tumbarse o sentarse. Cuando el cuadro se vuelve crónico, este se complica observandose en muchos casos síntomas relacionados con insuficiencia renal.
La enfermedad se puede manifestar bajo 2 formas:
Otros síntomas que pueden hacernos sospechar de la enfermedad son: fiebre, alteraciones digestivas (vómitos, diarrea…), cojeras, debilidad muscular, epistaxis (hemorragia con origen en las fosas nasales), aumento de tamaño de los ganglios linfáticos, espleno-hepatomegalia (aumento de tamaño de bazo y/o hígado), excesivo crecimiento de las uñas...
La enfermedad se puede manifestar bajo 2 formas:
- Forma cutánea (la más benigna): El perro presenta lesiones en la piel como caída de pelo, formación de escamas, seborrea, úlceras que no cicatrizan…
- Forma visceral (la más grave): El parásito afecta a órganos vitales como el hígado, el bazo o el riñón. Muchos de estos perros mueren por insuficiencia hepática y/o insuficiencia renal grave.
Otros síntomas que pueden hacernos sospechar de la enfermedad son: fiebre, alteraciones digestivas (vómitos, diarrea…), cojeras, debilidad muscular, epistaxis (hemorragia con origen en las fosas nasales), aumento de tamaño de los ganglios linfáticos, espleno-hepatomegalia (aumento de tamaño de bazo y/o hígado), excesivo crecimiento de las uñas...
Diagnóstico
En el caso de que pienses que tu perro padece de Leishmaniosis, visita a tu veterinario quien realizará una prueba analítica mediante una muestra de sangre de tu perro. Dependiendo de su estado, también tomará una muestra de la médula ósea o del tejido de un gánglio linfático inflamado para examinarla al microscopio y detectar los parásitos. El tratamiento será más exitoso si se inicia en las primeras fases de la enfermedad.
Tratamiento
La leishmaniosis canina se puede tratar, pero no curar. El tratamiento solamente suprime los síntomas y no impedirá que tu perro tenga una recaída posterior. La posibilidad de recaída es muy variable y difícil de cuantificar. Dependerá de la calidad de vida del perro, de posibles reinfecciones por otros flebotomos, del control veterinario que se practique... Un tratamiento puede durar varias semanas, pero el parásito siempre permanecerá en el perro. Hasta el final de la vida del perro, los síntomas pueden volver a aparecer periódicamente y se tiene que repetir el tratamiento.
Los fármacos utilizados para el tratamiento son compuestos antimoniales. Se aplican mediante inyección y el tratamiento puede durar varias semanas. Algunos veterinarios también recetan alopurinol por vía oral. Son medicamentos caros.
Si el perro no tiene afectado el hígado ni el riñón, el pronóstico es favorable y debería someterse a un tratamiento médico para mantener la enfermedad bajo control. El hecho de tener un animal enfermo sin tratamiento supone un riesgo de contagio para los demás animales ya que actúa como reservorio de la enfermedad. El pronóstico es menos favorable si presenta además una insuficiencia renal. Los perros afectados deben ser sometidos a analíticas periódicas para evaluar su estado de salud.
Puesto que en el desarrollo de esta enfermedad juega un importante papel el sistema inmunitario, podemos potenciar éste de diferentes maneras como por ejemplo: cambiando la alimentación, con acupuntura, homeopatía, fitoterapia, algunos hongos chinos… La utilización de estas técnicas complementarias junto con el tratamiento médico habitual ayuda a obtener unos mejores resultados terapéuticos en esa enfermedad.
Los fármacos utilizados para el tratamiento son compuestos antimoniales. Se aplican mediante inyección y el tratamiento puede durar varias semanas. Algunos veterinarios también recetan alopurinol por vía oral. Son medicamentos caros.
Si el perro no tiene afectado el hígado ni el riñón, el pronóstico es favorable y debería someterse a un tratamiento médico para mantener la enfermedad bajo control. El hecho de tener un animal enfermo sin tratamiento supone un riesgo de contagio para los demás animales ya que actúa como reservorio de la enfermedad. El pronóstico es menos favorable si presenta además una insuficiencia renal. Los perros afectados deben ser sometidos a analíticas periódicas para evaluar su estado de salud.
Puesto que en el desarrollo de esta enfermedad juega un importante papel el sistema inmunitario, podemos potenciar éste de diferentes maneras como por ejemplo: cambiando la alimentación, con acupuntura, homeopatía, fitoterapia, algunos hongos chinos… La utilización de estas técnicas complementarias junto con el tratamiento médico habitual ayuda a obtener unos mejores resultados terapéuticos en esa enfermedad.
Algunas medidas preventivas
Como no existe un tratamiento preventivo eficaz, sería recomendable efectuar a nuestros perros un test para detectar esta enfermedad al menos 1 vez al año, o 2 mejor (en otoño y en primavera). Otras medidas preventivas que podemos aplicar son:
- Evitar pasear a los perros al amanecer y anochecer en los meses de mayor riesgo.
- Colocar en las ventanas telas mosquiteras.
- Hay en el mercado diferentes productos que actúan como repelentes de mosquitos a base de insecticidas, aceites esenciales (citronela, geranio, lavanda, árbol del neem), ultrasonidos…
- Poner dentro de las viviendas artefactos repelentes de mosquitos.
Algunas preguntas interesantes
1- Aumenta el riesgo de contagio en las personas por el hecho de convivir con un perro enfermo de Leishmaniosi ?
NO. El riesgo de contagio existe por el solo hecho de vivir en una zona infectada como es el área mediterránea. El parásito tarda de 4 a 20 días en transformarse en una forma infectante dentro del mosquito. Este margen de tiempo hace que la proximidad a un perro portador no sea un factor decisivo en el contagio. Tengamos en cuenta que en condiciones normales, este tipo de mosquitos pueden volar entre 1-5 Km. de distancia; mucho más si les ayuda el viento. Además, no se puede producir contagio por contacto físico con un perro enfermo ni siquiera por contacto con la sangre.
2- Como se diagnostica la enfermedad ?
El diagnóstico más directo es mediante la identificación del parásito por análisis de las células del blando del hueso. Por técnicas indirectas con análisis de los anticuerpos de la sangre, inmunofluorescencia... Sea cual sea el sistema utilizado es muy importante hacer una exploración general del perro y una análisis de sangre para tener el perfil bioquímico y saber como se encuentra el funcionamiento del hígado y el riñón.
3- Cual es el tratamiento de la Leishmaniosi ? Podemos curarla ?
El tratamiento de la enfermedad tiene dos vertientes igualmente importantes. Por un lado se ha de tratar al perro con medicamentos específicos contra la Leishmania. El más conocido es una sal derivada del antimonio (glucantime) que se puede inyectar por debajo de la piel. Por otro lado hemos de aplicar antibióticos cuando existan infecciones de tipo secundario. También son recomendables otras moléculas de tipo alopurinol que ayudan a evitar la reproducción del parásito. Hemos de tener presente que se ha de evaluar de forma individualizada cada caso clínico para elegir el tratamiento más adecuado para cada perro. No se puede establecer un mismo tratamiento de manera generalizada. La mayoría de los perros mejoran mucho, pero en general, es difícil que queden totalmente libres de Leishmanias y curados. A pesar de ello el perro, con un buen control periódico y un tratamiento adecuado, que evite la reaparición de la enfermedad, podrá llevar una vida normal. El objetivo del tratamiento es que el perro no sufra ningún síntoma clínico y se mantenga sano.
4- Mi perra tiene Leishmaniosis, puedo hacerla criar ?
No es aconsejable hacer criar a una perra diagnosticada de Leishmaniosis. El sobreesfuerzo que representa la gestación y la lactancia producen una bajada de defensas en la perra y puede reavivar la enfermedad. De todas formas la enfermedad no se transmite por vía uterina, ni por la leche durante la lactancia. Es decir, los cachorros de una perra enferma no nacerán con Leishmaniosis. Si se contagian será por la picadura del mosquito.
NO. El riesgo de contagio existe por el solo hecho de vivir en una zona infectada como es el área mediterránea. El parásito tarda de 4 a 20 días en transformarse en una forma infectante dentro del mosquito. Este margen de tiempo hace que la proximidad a un perro portador no sea un factor decisivo en el contagio. Tengamos en cuenta que en condiciones normales, este tipo de mosquitos pueden volar entre 1-5 Km. de distancia; mucho más si les ayuda el viento. Además, no se puede producir contagio por contacto físico con un perro enfermo ni siquiera por contacto con la sangre.
2- Como se diagnostica la enfermedad ?
El diagnóstico más directo es mediante la identificación del parásito por análisis de las células del blando del hueso. Por técnicas indirectas con análisis de los anticuerpos de la sangre, inmunofluorescencia... Sea cual sea el sistema utilizado es muy importante hacer una exploración general del perro y una análisis de sangre para tener el perfil bioquímico y saber como se encuentra el funcionamiento del hígado y el riñón.
3- Cual es el tratamiento de la Leishmaniosi ? Podemos curarla ?
El tratamiento de la enfermedad tiene dos vertientes igualmente importantes. Por un lado se ha de tratar al perro con medicamentos específicos contra la Leishmania. El más conocido es una sal derivada del antimonio (glucantime) que se puede inyectar por debajo de la piel. Por otro lado hemos de aplicar antibióticos cuando existan infecciones de tipo secundario. También son recomendables otras moléculas de tipo alopurinol que ayudan a evitar la reproducción del parásito. Hemos de tener presente que se ha de evaluar de forma individualizada cada caso clínico para elegir el tratamiento más adecuado para cada perro. No se puede establecer un mismo tratamiento de manera generalizada. La mayoría de los perros mejoran mucho, pero en general, es difícil que queden totalmente libres de Leishmanias y curados. A pesar de ello el perro, con un buen control periódico y un tratamiento adecuado, que evite la reaparición de la enfermedad, podrá llevar una vida normal. El objetivo del tratamiento es que el perro no sufra ningún síntoma clínico y se mantenga sano.
4- Mi perra tiene Leishmaniosis, puedo hacerla criar ?
No es aconsejable hacer criar a una perra diagnosticada de Leishmaniosis. El sobreesfuerzo que representa la gestación y la lactancia producen una bajada de defensas en la perra y puede reavivar la enfermedad. De todas formas la enfermedad no se transmite por vía uterina, ni por la leche durante la lactancia. Es decir, los cachorros de una perra enferma no nacerán con Leishmaniosis. Si se contagian será por la picadura del mosquito.
Vídeo: El veterinario responde - Leishmaniosis
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