LOS REFORZADORES
Debes ser capaz de ELEGIR LOS REFORZADORES CORRECTOS para cada sesión de adiestramiento. Es muy común usar comida y/o juguetes para reforzar las respuestas del perro, sin embargo, debes tener en cuenta que la utilidad de los reforzadores es relativa y no se puede afirmar que un reforzador funcionará para todos los perros o para todas las situaciones.
Esto significa que un reforzador puede funcionar muy bien para entrenar a un perro en una situación, pero es necesario un reforzador diferente para entrenar en otras situaciones. También significa que un perro puede responder muy bien cuando se lo entrena con un reforzador particular, pero es necesario usar otro reforzador para trabajar con otro perro en las mismas situaciones.
Existen muchas cosas en la vida cotidiana que pueden competir con los reforzadores que normalmente usas. Por ejemplo, el juego con otros perros suele ser un competidor muy poderoso de la comida y los juegos con humanos.
Si manejas correctamente la situación, puedes aprovechar estos competidores y usarlos como reforzadores para el adiestramiento de tu perro. Por ejemplo, liberando a tu perro de la correa para que vaya a jugar con otros perros, solamente si antes obedece alguna orden. Por tanto, tienes que identificar qué cosas motivan a tu perro en diferentes circunstancias.
Quizás puedas usar comida regular para adiestrar a tu perro en tu casa, pero tengas que usar comida especial para practicar los ejercicios en la calle. O quizás puedas usar el juego para adiestrar a tu perro en presencia de otros perros.
Los ejercicios que más motiven a tu perro también pueden servir como reforzadores de otras conductas. Por ejemplo, saltar sobre una valla podría ser un buen reforzador para perfeccionar el “Junto”. Por supuesto, la orden de liberación es un reforzador por excelencia. Obviamente, estos reforzadores los podrás identificar y utilizar sólo después que se han convertido en ejercicios fluidos y precisos.
Esto significa que un reforzador puede funcionar muy bien para entrenar a un perro en una situación, pero es necesario un reforzador diferente para entrenar en otras situaciones. También significa que un perro puede responder muy bien cuando se lo entrena con un reforzador particular, pero es necesario usar otro reforzador para trabajar con otro perro en las mismas situaciones.
Existen muchas cosas en la vida cotidiana que pueden competir con los reforzadores que normalmente usas. Por ejemplo, el juego con otros perros suele ser un competidor muy poderoso de la comida y los juegos con humanos.
Si manejas correctamente la situación, puedes aprovechar estos competidores y usarlos como reforzadores para el adiestramiento de tu perro. Por ejemplo, liberando a tu perro de la correa para que vaya a jugar con otros perros, solamente si antes obedece alguna orden. Por tanto, tienes que identificar qué cosas motivan a tu perro en diferentes circunstancias.
Quizás puedas usar comida regular para adiestrar a tu perro en tu casa, pero tengas que usar comida especial para practicar los ejercicios en la calle. O quizás puedas usar el juego para adiestrar a tu perro en presencia de otros perros.
Los ejercicios que más motiven a tu perro también pueden servir como reforzadores de otras conductas. Por ejemplo, saltar sobre una valla podría ser un buen reforzador para perfeccionar el “Junto”. Por supuesto, la orden de liberación es un reforzador por excelencia. Obviamente, estos reforzadores los podrás identificar y utilizar sólo después que se han convertido en ejercicios fluidos y precisos.
El USO CORRECTO DE LOS REFORZADORES en el adiestramiento canino evita problemas y acelera el aprendizaje del perro. Por eso, siempre debes tener presente que los reforzadores positivos sirven para aumentar la frecuencia de una conducta, y no deben ser usados como antecedentes de dicha conducta. Es decir, debes asegurarte de no usar muchas veces la comida para guiar a tu perro, porque en ese caso la comida actuará también como antecedente y te resultará difícil eliminarla después.
Si necesitas guiar a tu perro con comida para algún ejercicio, debes dejar de hacerlo en la primera sesión de adiestramiento o, como máximo, en la segunda. Así estarás utilizando apropiadamente la comida como reforzador y no como antecedente.
Recuerda que el reforzamiento positivo no significa que tu perro debe perseguir un trozo de comida. Por supuesto, usarás la comida para reforzar las respuestas correctas durante más sesiones, pero ya no la usarás para guiar a tu perro.
Si necesitas guiar a tu perro con comida para algún ejercicio, debes dejar de hacerlo en la primera sesión de adiestramiento o, como máximo, en la segunda. Así estarás utilizando apropiadamente la comida como reforzador y no como antecedente.
Recuerda que el reforzamiento positivo no significa que tu perro debe perseguir un trozo de comida. Por supuesto, usarás la comida para reforzar las respuestas correctas durante más sesiones, pero ya no la usarás para guiar a tu perro.