MASTÍN DE LOS PIRINEOS
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Aspecto: Es un perro de gran alzada, musculoso y robusto. Para su enorme tamaño no es torpe y anda con agilidad. Tiene las orejas puntiagudas que le cuelgan a los lados y unas patas fuertes y gruesas. Su pelaje es tupido, grueso y discretamente largo. La capa es blanca, tiene una máscara bien definida y las orejas siempre manchadas. Por el cuerpo tiene repartidas manchas del mismo color que la máscara. Los colores más comunes son el blanco con mancha negra o blanco con mancha beige.
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Carácter: Es un compañero fiel, manso, noble e inteligente, de expresión despierta. Con las personas de su entorno se suele mostrar cariñoso y protector pero no empalagoso. Con los extraños puede parecer indiferente pero no descuidado ni excesivamente agresivo, no dudará en defender con fiereza si se ve atacado. De expresión despierta y con un ladrido profundo y grave, el Mastín del Pirineo tiene un carácter extraordinario, destaca por su nobleza. Su relación con otros perros es excepcional, mostrándose superior a ellos, gracias a la seguridad que le confiere su tremendo poderío. En algunos casos, si tiene que enfrentarse a algún ejemplar canino que se le encare o por el que se sienta amenazado, no dudará en luchar, ya que posee unas cualidades innatas para ello, después de haber estado durante muchos años codeándose con lobos para proteger el rebaño.
Necesidades: Es conveniente cepillarlo con frecuencia y vigilar su peso, ya que si el perro hace poco ejercicio y se lo alimenta mucho para resaltar su masividad, la estructura ósea se puede resentir. Es importante no descuidar la educación del cachorro y mostrarse firme desde un primero momento. Tarda en atender a las órdenes y es necesario paciencia y constancia.
Origen: España.