PEKINÉS
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Aspecto: Es un perro pequeño, compacto y pesado. La parte delantera de su cuerpo es muy masiva y ancha, y la trasera, más normal y bastante estrecha. La cabeza es relativamente grande en relación al cuerpo. Tiene unas orejas pegadas contra la cabeza y llenas de unos flecos muy largos que se le confunden con el resto del pelaje. Tiene un pelo abundante, largo, recto y un poco áspero. Se admiten todos los colores en el pelaje excepto el albino o el color hígado.
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Carácter: Es un típico perro faldero, tanto por su tamaño como por la constante demanda de afecto, aunque también suele ser dominante con su dueño. Es un perro de moderado nivel de actividad. Como no es muy destructor puede adaptarse bien a la vida en departamento. Sin embargo son bastante ladradores. Es bastante temperamental con sus congéneres: no se amedrenta ni siquiera ante perros de mayor tamaño que él. Por el contrario, si un pequinés se encuentra con otro perro, de inmediato intentará demostrarle que su poderío y fortaleza son inversamente proporcionales a su tamaño. En cuanto que su relación con los chicos no suele ser de las mejores, ya que no sólo les tiene poca paciencia sino que tampoco le agradan los juegos prolongados.
Necesidades: Es difícil de educar, atiende a los halagos y caricias y no a las órdenes. Necesita una dieta equilibrada desde cachorro para prevenir la obesidad. Debido a su larga melena, los cuidados de este pelo deben empezar a temprana edad y son más exigentes al surgir el pelo adulto. El cepillado de pelo requiere un par de horas a la semana pero no necesita ningún corte ni peinado especial.
Origen: China.
Historia: El pekinés era un perro reverenciado por los monjes budistas en China, ya que tiene cierta similitud con el mítico león guardián chino, símbolo importante en el budismo. Por la misma razón, los perros de esta raza eran cuidados por la realeza china, al grado que tenían sirvientes humanos y solamente los nobles podían tener un pekinés.
En 1860, durante la segunda guerra del opio, tropas anglo-francesas saquearon e incendiaron el Palacio de Verano de Pekín poco después de la huída del emperador chino Xianfeng. Afortunadamente, antes de incendiarlo, rescataron (o mejor dicho, capturaron) a cinco perros pekineses que habitaban en ese palacio. Esos cinco perros fueron llevados después a Inglaterra, donde fueron regalados a nobles y aristócratas. Uno de ellos incluso fue a dar a las manos de la Reina Victoria.
Esos cinco perros fueron la población fundadora del actual pekinés, ya que los demás pekineses de China fueron muertos o simplemente escondidos y no se sabe nada de sus posibles descendientes. Actualmente el pekinés es un perro de compañía y exposición, aunque sigue siendo reverenciado por miles de personas en el mundo, sólo que ya no se trata de monjes ni emperadores chinos, sino de grandes aficionados a la raza.
En 1860, durante la segunda guerra del opio, tropas anglo-francesas saquearon e incendiaron el Palacio de Verano de Pekín poco después de la huída del emperador chino Xianfeng. Afortunadamente, antes de incendiarlo, rescataron (o mejor dicho, capturaron) a cinco perros pekineses que habitaban en ese palacio. Esos cinco perros fueron llevados después a Inglaterra, donde fueron regalados a nobles y aristócratas. Uno de ellos incluso fue a dar a las manos de la Reina Victoria.
Esos cinco perros fueron la población fundadora del actual pekinés, ya que los demás pekineses de China fueron muertos o simplemente escondidos y no se sabe nada de sus posibles descendientes. Actualmente el pekinés es un perro de compañía y exposición, aunque sigue siendo reverenciado por miles de personas en el mundo, sólo que ya no se trata de monjes ni emperadores chinos, sino de grandes aficionados a la raza.