PERRO LOBO CHECOSLOVACO
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Aspecto: Es robusto, de constitución fuerte y de estructura rectangular. Es parecido al lobo en cuanto a constitución, movimiento, manto, colores y máscara. La cabeza tiene forma de cuña y las orejas son pequeñas, triangulares y erguidas. La cola está implantada alta, en reposo es recta y colgante y en alerta la lleva en forma de oz. Tiene el pelo recto y bien aplastado con un subpelo muy denso. La capa puede ir de gris amarillento a gris plateado.
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Carácter: Es valiente, juguetón, activo e inteligente. Tiene un temperamento bastante fuerte pero con una educación firme asimilará las órdenes con rapidez. Es fiel y dócil con su dueño pero muy distante y desconfiado con los extraños. Respeta a los niños y a los cachorros, permitiéndoles hacer lo que no toleraría en un adulto. Aprende fácilmente a convivir con otros animales domésticos si se le enseña desde pequeño. Para que crezca de manera equilibrada, este perro necesita de la manada (familia) por lo que no es recomendable dejarlo solo largas temporadas.
Necesidades: No está hecho para vivir encerrado en un piso, necesita espacio y hacer ejercicio a diario. Si está suelto por el jardín hay que vigilar que no se escape, ya que estos animales pueden trepar vallas de hasta dos metros de altura. Por otra parte tampoco es conveniente tenerlo atado a un árbol. Como es un perro tan inteligente, se suele cansar y aburrir cuando se le proporcionan ejercicios largos y repetitivos. El dueño debe tener a mano un amplio repertorio de actividades que ofrecerle.
Origen: Checoslovaquia.
Historia: En el año 1955, se realizó un experimento biológico en la antigua Checoslovaquia, cruzando al Pastor alemán con el Lobo de los Cárpatos (Karpatenwolf). Los resultados fueron que tanto la descendencia del cruce de perro con loba, así como del cruce de perra con lobo europeo (Canis lupus lupus), daban ejemplares que podían ser criados. Para la continuación de la raza, la mayoría de los cachorros poseían condiciones genéticas favorables. En el año 1965, al terminar los experimentos, se inició el proyecto de crianza de la nueva raza, que debía mezclar las características útiles del lobo con las características favorables del perro. En el año 1982, por propuesta de los clubes criadores de la entonces llamada Checoslovaquia, se reconoció al Perro lobo checoslovaco como raza nacional.