PERRO SIN PELO MEJICANO
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Aspecto: El Xoloitzcuintle acostumbra a no tener pelo, aunque algunos ejemplares pueden tener unos pelos duros en la frente, en los dedos y en la punta de la cola. El dorso es firme, ancho y recto. Tiene unos ojos almendrados y unas orejas delgadas y grandes. Su piel es lisa, suave y tersa. Existe una variedad con pelo, su capa es corta y espesa. Existen 3 medidas: el estándar, el intermedio y el miniatura.
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Carácter: Es amable y afectuoso con sus dueños y dulce con los niños. Siente bastante apego hacia ellos aunque le cuesta coger confianza. Se lleva bien con los otros animales que pueda haber en casa, como gatos o loros. Es gentil, tranquilo, obediente y al no tener pelo, es un animal limpio. Los problemas de salud más comunes que padece el Xoloitzcuintle son los relacionados con la dentición, a veces incompleta o mal alineada.
Necesidades: No necesita ningún arreglo en especial, pero como le gusta broncearse al sol es recomendable tratar su piel con aceite de almendras o protector solar. También es recomendable protegerlo del frío. De adolescente puede ser un perro tímido y nervioso, el dueño debe ser paciente y comprensivo con su perro y pensar que es una fase transitoria.
Origen: Méjico.
Historia: El Xolo es originaria de México. La evidencia arqueológica muestra que la raza ha existido en México desde hace más de 3.000 años. Lo más probable, los primeros precursores del Xolo se originaron como mutaciones espontáneas de los perros sin pelo americanos indígenas. Calvicie puede haber ofrecido una ventaja de supervivencia en las regiones tropicales. Los pueblos indígenas de América Central y del Sur tenían perros Xolo como el hogar y compañeros de caza, y hoy en día todavía son perros de compañía muy popular, incluso cuando el perro nacional de México. Su valor en las antiguas culturas nativas se evidencia por su frecuente aparición en el arte y artefactos, por ejemplo, los producidos por el Colima, civilizaciones azteca y tolteca en México.
Xolos fueron considerados perros sagrados por los aztecas porque creían que los perros eran necesarias por sus almas maestros para ayudar con seguridad a través del inframundo, y también que eran animales de compañía útiles. Según la mitología azteca, el dios Xolotl hizo el Xoloitzcuintli de una astilla de hueso de la vida de la que se hizo a toda la humanidad. Xolotl le dio este regalo al hombre con la instrucción de proteger con su vida y en cambio sería guiar al hombre a través de los peligros de Mictlan, el mundo de la muerte, hacia la estrella de la tarde en los Cielos. Algunas personas en México siguen creyendo que esta raza ha cualidades curativas. Los aztecas también plantearon la raza por su carne. Relatos españoles del siglo XVI hablan de un gran número de perros que se sirve en los banquetes. Fiestas Merchant aztecas podrían tener 80 a 100 pavos y perros 20-40 servido como alimento. Cuando se sirvieron estos dos tipos de carne en el mismo plato, la carne de perro se encontraba en el fondo del plato, tal vez porque se celebró en mayor consideración o tal vez se estaba volviendo consciente percibe como un paso sobre el canibalismo.
Los aztecas no comen animales tanto domésticos como los Xolos y pavo. Más del 90% de los huesos que se encuentran en los sitios son de ciervo que fue cazado.
Cuando Colón llegó al Caribe en 1492, con los asientos de diario señalaron la presencia de perros sin pelo extraños. Posteriormente, Xolos fueron transportados de vuelta a Europa.
La raza no es bien conocido en los Estados Unidos. Como resultado, el Xolo se ha confundido con el Chupacabras mítico de México.
Xolos fueron considerados perros sagrados por los aztecas porque creían que los perros eran necesarias por sus almas maestros para ayudar con seguridad a través del inframundo, y también que eran animales de compañía útiles. Según la mitología azteca, el dios Xolotl hizo el Xoloitzcuintli de una astilla de hueso de la vida de la que se hizo a toda la humanidad. Xolotl le dio este regalo al hombre con la instrucción de proteger con su vida y en cambio sería guiar al hombre a través de los peligros de Mictlan, el mundo de la muerte, hacia la estrella de la tarde en los Cielos. Algunas personas en México siguen creyendo que esta raza ha cualidades curativas. Los aztecas también plantearon la raza por su carne. Relatos españoles del siglo XVI hablan de un gran número de perros que se sirve en los banquetes. Fiestas Merchant aztecas podrían tener 80 a 100 pavos y perros 20-40 servido como alimento. Cuando se sirvieron estos dos tipos de carne en el mismo plato, la carne de perro se encontraba en el fondo del plato, tal vez porque se celebró en mayor consideración o tal vez se estaba volviendo consciente percibe como un paso sobre el canibalismo.
Los aztecas no comen animales tanto domésticos como los Xolos y pavo. Más del 90% de los huesos que se encuentran en los sitios son de ciervo que fue cazado.
Cuando Colón llegó al Caribe en 1492, con los asientos de diario señalaron la presencia de perros sin pelo extraños. Posteriormente, Xolos fueron transportados de vuelta a Europa.
La raza no es bien conocido en los Estados Unidos. Como resultado, el Xolo se ha confundido con el Chupacabras mítico de México.