Posesivo con la comida
Los perros suelen ser posesivos con las cosas que consideran valiosas, como los juguetes, la comida, su lugar de descanso... Esta conducta se entiende en la selva, donde los perros van en manada y reina la ley de la posesión. Pero incluso en la selva existe una única norma: ningún perro se apoderará de algo de otro perro que sea superior en la jerarquía. Lo que su perro olvida es que en su familia, usted es el jefe, con todos los derechos que eso implica. Cuando su perro toma un juguete y no lo quiere devolver, básicamente está cuestionando su autoridad. Esto puede conducir a la agresión y a otros problemas. Sea un cachorro o un perro adulto, no hay ninguna excusa para que actúe de ese modo y trate mal a los miembros de la familia. Necesita aprender a compartir las cosas y, lo que es más importante, a respetar su autoridad. |
La agresividad ante la comida es un problema frecuente en nuestros perros (más en machos que en hembras). Puede darse ante otros animales o, lo que es peor, ante los propios dueños. En etología se denomina "agresividad por protección de un recurso primario" y es uno de los problemas más habituales que enfrentan los profesionales de la conducta. El pronóstico en cachorros o perros jóvenes es muy bueno, siendo más complicada la corrección en relación directa con el tiempo que lleve manifestándose el problema y la intensidad de la agresividad.
La agresividad por protección de un recurso primario es un problema de jerarquía, pero no caben las actuaciones basadas en el castigo, que además de no funcionar, pueden agravar el problema induciendo a una escala de agresividad que puede ser muy difícil de controlar, además de peligrosa. El líder es el que maneja los recursos (en este caso el que proporciona la comida), por lo tanto ese líder debe ser respetado.
La agresividad por protección de un recurso primario es un problema de jerarquía, pero no caben las actuaciones basadas en el castigo, que además de no funcionar, pueden agravar el problema induciendo a una escala de agresividad que puede ser muy difícil de controlar, además de peligrosa. El líder es el que maneja los recursos (en este caso el que proporciona la comida), por lo tanto ese líder debe ser respetado.
Tratamiento
- Si se trata de un cachorro será suficiente con no permitir al cachorro que acceda a su comida a no ser que nosotros le demos la orden. Se la tiene que ganar con nosotros, la comida no es un recurso gratis que siempre está disponible. partiremos de la posición de sentado hasta que le demos el comando para comer. Si el perro no respeta la orden, haremos que su plato desaparezca y no le permitiremos comer hasta que cumpla nuestro comando.
- Si se trata de un perro adulto, con la conducta que queremos eliminar ya consolidada, utilizaremos la misma técnica pero la apoyaremos con otras. Una de las técnicas es que asocie que cuando nos acercamos a su plato es para echarle algo más bueno en él. Por ejemplo, si está comiendo pienso, cuando nos acerquemos a su plato podemos echarle unos trocitos de salchicha. Tal vez al principio los tenemos que echar desde lejos, pero en pocas repeticiones, el perro nos asociará con algo bueno y poco a poco podremos acercarnos más hasta llegar a jugar con su comida. Es un proceso lento que tendrá mejorías y empeoramientos, pero efectivo a medio plazo.
- Es posible que se trate de una doble protección: la del recurso (comida) y la del espacio (lugar concreto y plato). Si identificamos esta doble protección, debemos cambiar el lugar en el que come e ir rotándolo de forma aleatoria (cocina, baño, terraza, pasillo...) para evitar fomentar la posesividad del perro sobre determinado escenario. Lo mismo podemos hacer con el recipiente, hasta el punto de prescindir del mismo.
- Cualquier tipo de adiestramiento en obediencia nos será de gran ayuda y apoyo para solucionar este problema. El verdadero valor de la obediencia es que el perro aprende a controlarse, aprende disciplina, y todo siempre de acuerdo con nuestras instrucciones.