Posesivo con los objetos
La vida en un grupo social tiene sus ventajas, claro, pero también puede ser causa de estrés cuando ciertos elementos o ciertas actividades son particularmente codiciados o escasos. La mayoría de perros parecen reconocer los límites y ceden ante los miembros de su familia. Sin embargo, en algunos casos, amenazan a todos los que se oponen a ellos, gruñendo y llegando incluso a morder. “La agresión posesiva” es el término utilizado para describir un comportamiento amenazador: el perro fija la vista, vigila, gruñe, muestra los dientes o muerde, cuando se trata de comida, juguetes u otros elementos que le pertenecen. Contrariamente a la agresión ligada a la dominancia, que acostumbra a aparecer por primera vez en jóvenes adultos (más frecuente en los machos), la agresión posesiva puede observarse en los cachorros o los perros de ambos sexos. Aunque ciertos perros que muestran agresión de dominancia tienen antecedentes de comportamiento posesivo cuando eran cachorros, no todos los cachorros agresivos serán forzosamente adultos agresivos. |
Tratamiento
- Opóngase a sus expectativas. Dado que los perros se muestran posesivos con las cosas que consideran valiosas, puede restar valor a esos objetos simplemente dándole más. Por ejemplo, en lugar de darle sólo una pelota de tenis, dele cinco o seis. Se sentirá tan abrumado con sus riquezas que es probable que no se oponga a que le quite una o dos, incluso aunque esté jugando con ellas.
- Acabe con la tentación. Algunas veces los perros se obsesionan con un juguete o un objeto que les gusta más que los demás y, pese a lo que usted le ordene, no lo suelta para nada. Espere un momento para arrebatarle el juguete y tírelo. No use la fuerza para quitárselo porque puede sentirse molesto y tal vez le muerda. Suprimir la tentación es mucho más fácil que conseguir que su perro la supere y, una vez que su juguete favorito haya desaparecido, es menos probable que se muestre posesivo o desafiante.
- Enséñele a soltar las cosas. Tras las órdenes “siéntate’; “quieto” y “ven’, la de “suelta eso” es una de las lecciones más importantes que debe aprender su perro. No sólo es útil para modificar su conducta posesiva y enseñarle a obedecer, sino también para evitar que se meta en la boca envases y objetos puntiagudos y se los trague. Se trata de una orden fácil de enseñar. Comience diciendo “suelta eso” cuando su perro no tenga nada en la boca y después dele un premio. Hágalo varias veces al día durante unos días. Después dé la orden cuando tenga algo en la boca, a ser posible un objeto que le interese, pero al que no esté muy aferrado. Cuando lo suelte, dele un premio y elógielo. Si sigue haciéndolo, pronto aprenderá que tras obedecer a veces obtiene alguna recompensa, por lo que será menos probable que sea egoísta y agresivo.