SOPLO
Son muy comunes en perros de edad avanzada. Es necesario controlarlos, pero no hay que asustarse cuando el veterinario le diagnostique un soplo a tu perro.
El corazón normal tiene cuatro cámaras, dos aurículas y dos ventrículos, que están comunicadas por medio de válvulas (mitral en el lado izquierdo y tricúspide en el lado derecho). A su vez, cada arteria que sale (aorta y pulmonar) y cada vena que entra (cava y pulmonar) al corazón tienen su propia válvula que regula el flujo de sangre y evita que retroceda en el circuito cardiovascular. Cuando se ausculta un corazón sano, se escuchan los latidos solamente. El flujo laminar y ordenado cuando todo funciona correctamente no se oye. Cuando el flujo de la sangre se vuelve turbulento se genera una vibración audible, y esto es lo que llamamos soplo.
Esto ocurre cuando hay alguna obstrucción al flujo normal, cuando aumenta mucho la velocidad (como en la fiebre o la taquicardia), cuando cambia la densidad de la sangre (como en la anemia).
Existen soplos inocentes, que se presentan en cachorros de hasta 6 meses y son de baja intensidad producidos por fenómenos de acomodación cardíaca; soplos fisiológicos, de grado bajo, producidos por la fiebre, anemia, ansiedad...; y soplos orgánicos, de intensidad variada, producidos por alteraciones valvulares o cardíacas representando una patología cardíaca de base.
El soplo en sí no presenta signos clínicos. Sólo lo puede determinar el veterinario cuando está auscultando al perro. Lo que sí puede presentar es tos, agitación excesiva, hinchazón de la barriga, desmayo, dificultad respiratoria... Debemos realizar un examen clínico, auscultar, electrocardiograma, radiografía, ecografía, etc.
El tratamiento lo pautará el veterinario dependiendo siempre de la patología cardíaca que presente.
El corazón normal tiene cuatro cámaras, dos aurículas y dos ventrículos, que están comunicadas por medio de válvulas (mitral en el lado izquierdo y tricúspide en el lado derecho). A su vez, cada arteria que sale (aorta y pulmonar) y cada vena que entra (cava y pulmonar) al corazón tienen su propia válvula que regula el flujo de sangre y evita que retroceda en el circuito cardiovascular. Cuando se ausculta un corazón sano, se escuchan los latidos solamente. El flujo laminar y ordenado cuando todo funciona correctamente no se oye. Cuando el flujo de la sangre se vuelve turbulento se genera una vibración audible, y esto es lo que llamamos soplo.
Esto ocurre cuando hay alguna obstrucción al flujo normal, cuando aumenta mucho la velocidad (como en la fiebre o la taquicardia), cuando cambia la densidad de la sangre (como en la anemia).
Existen soplos inocentes, que se presentan en cachorros de hasta 6 meses y son de baja intensidad producidos por fenómenos de acomodación cardíaca; soplos fisiológicos, de grado bajo, producidos por la fiebre, anemia, ansiedad...; y soplos orgánicos, de intensidad variada, producidos por alteraciones valvulares o cardíacas representando una patología cardíaca de base.
El soplo en sí no presenta signos clínicos. Sólo lo puede determinar el veterinario cuando está auscultando al perro. Lo que sí puede presentar es tos, agitación excesiva, hinchazón de la barriga, desmayo, dificultad respiratoria... Debemos realizar un examen clínico, auscultar, electrocardiograma, radiografía, ecografía, etc.
El tratamiento lo pautará el veterinario dependiendo siempre de la patología cardíaca que presente.