Subirse al sofá
He oído a mucha gente dar por sentado que dejar subir al perro al sofá está “mal”. Sin embargo, cuando preguntas por qué, un porcentaje elevado de esas personas no acaban de saber qué responder. Algunas, incluso, terminan por reconocer que el suyo sí sube. Y, avergonzadas por la declaración, añaden enseguida alguna frase del tipo: “Pero no siempre, eh!”. En mi caso, reconozco abiertamente que encuentro pocas cosas más placenteras que tumbarme por la noche a ver una película en el sofá junto a mi cruce de bóxer con labrador y mi mezcla de pastor. Lo ideal es que el perro solo se suba cuando se lo pidas tu, aunque también habrá quien no quiera que se suba para que no ensucie o para que no deje sin lugar donde sentarse a las personas (también funciona con las camas). En cualquier caso, para evitar que se suba al sofá entrena los siguientes puntos: |
Tratamiento
Elige una palabra que puedas usar constantemente cuando le enseñes a tu perro a mantenerse lejos del sofá. La palabra "fuera" funciona bien puesto que podrás recordarla con facilidad.
- Ponle collar y correa a tu perro y dirígete hacia el salón para comenzar la sesión de entrenamiento.
- Siéntate en el sofá. Sostén la correa y espera a que tu mascota salte encima, pero no la animes a subirse contigo.
- Di "fuera" y saca suavemente al animal del sofá si se sube, y ponlo en el suelo. Cuando lo hayas quitado del sofá, haz que se siente. Elógialo por estar en el suelo.
- Siéntate en el sofá otra vez. Antes de que el perro trate de subirse, ordénale que se siente. Si éste logra subirse al mismo, repite el paso 4.
- Cómprale a tu perro una cama propia. Ponla junto al sofá (o junto a tu cama) para que se sienta cerca a ti sin necesidad de estar en el sofá.
- Lleva a tu perro hacia su cama y haz que se acueste en la misma. Cada vez que trate de subirse contigo, repite el método de sentarte y decir fuera, y después llévalo a su cama. Asegúrate de elogiarlo siempre que siga tus comandos.
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- Coloca barreras físicas para acceder al sofá. Coloca sillas del comedor tumbadas, libros u otros objetos grandes sobre el sofá. Asegúrate de que no sean planos, o de otra forma tu perro simplemente se acostará sobre ellos. También asegúrate de que los objetos cubran una buena superficie del sillón. Los perros adoran acurrucarse en lugares pequeños. Si ésto es muy difícil de lograr, intenta el paso 2.
- Haz del sofá un lugar menos cómodo para dormir la siesta. Se pueden colocar latas vacías sobre el borde del mismo. Una vez que tu perro salta, las latas caerán. Puede que se asuste y descienda. Si tu perro se recupera del susto y regresa antes de que vuelvas a tu casa, intenta con el paso 3.
- También puedes comprar una alarma para el sofá como el "Sofa Saver" o el "Scat Mat". Estos son parches que apoyas sobre el sillón. Cuando tu perro salta, el dispositivo activa sus sensores de presión, emitiendo un pitido agudo que no cesa hasta que el perro descienda.
- Dale a tu perro una alternativa más cómoda. Los repelentes en el sofá no tienen que ser tan fuertes o consistentes si el perro tiene una opción confortable. Compra o haz una cama tan acolchonada como los almohadones de tu sofá. Considera colocarlos en una caja. La altura puede ser la que tu perro disfrute. Algunos dueños de mascotas optan por comprar un sillón viejo sólo para el uso de los perros cuando no están (uno con trampas y el otro vacío). Coloca la cama del perro en la sala de estar o en el lugar que más le guste a tu perro (que probablemente, sea donde estés tú), y que sea preferible al sillón en cuestión.
Fabrica una cama elevada para el perro
Tanto los perros jóvenes como los mayores aprecian una cama elevada para perros de madera. Las camas levantadas protegen a tu mascota de los pisos fríos en el invierno, así como del calor del verano. No requieres de conocimientos específicos en construcción para crear este cómodo lugar para que duerma tu perro. Un modelo a escala más pequeña es ideal para aquellos que tienen amigos felinos.
- Mide la distancia alrededor de su perro mientras está durmiendo cómodamente. Utiliza las medidas para calcular el tamaño y recorta un espacio rectangular de madera en el que tu perro quepa para dormir.
- Corta cuatro piezas de madera de 5 x 10 cm y el largo de la medida del rectángulo anterior para usarlas como paredes de la cama. Las cuatro piezas de madera deben formar un rectángulo que deje espacio suficiente para que tu perro duerma. Atornilla el rectángulo junto con dos tornillos para madera en cada esquina de la cama.
- Corta cuatro patas que midan 20 cm de largo de la madera de 5 x 10 cm. Fija las patas al exterior del rectángulo con dos tornillos para madera en cada unión.
- Recubre la madera con barniz.
- Ahora solo tienes que encontrar un colchoncito a medida (o cortar uno viejo) y cubrirlo con una manta.